Emilio Massera siempre tuvo un proyecto presidencial en la cabeza y fue, según explico en mi libro Operación Primicia, el principal impulsor del golpe militar contra la presidenta Isabel Perón. Eso no reduce un centímetro la responsabilidad de otros protagonistas del golpe, como el jefe del Ejército de aquel momento, Jorge Videla, pero ayuda a entender cómo sucedieron, realmente, las cosas.
La decisión del golpe militar fue tomada en la semana entre el lunes 13 de octubre y el viernes 17 de octubre de 1975, cuando Massera y Videla se la comunicaron al jefe de la Fuerza Aérea, el brigadier Héctor Fautario, durante un almuerzo a bordo del yate Itatí por los canales del Delta, mientras saboreaban una entrada de palta con langostinos servida por un suboficial de guantes blancos.
Eso fue luego del ataque de Montoneros al cuartel militar de Formosa, que fue el bautismo de fuego del flamante Ejército Montonero, y fijó la fecha para el golpe militar, del que tanto se venía hablando. En aquel momento, Montoneros se había convencido de que ese golpe era inevitable. Más aún: algunos pensaban que los favorecería porque obligaría a la gente a definirse entre "un ejército oligárquico, imperialista y de los monopolios y el ejército popular", que sería el de ellos, y que en esa disyuntiva los argentinos terminarían apoyándolos.
El ataque provocó una serie de reuniones entre políticos peronistas y militares, que presionaron al presidente provisional, el senador Italo Luder, para que desplazara a la presidenta Isabel Perón, que estaba de licencia por enfermedad, y completar el mandato justicialista. Luder no aceptó con el argumento de que no sería el traidor de la viuda del General, y Massera y Videla fijaron la fecha del golpe.
En aquel almuerzo en el Delta, Massera llevó la voz cantante y le explicó a Fautario los argumentos en favor del golpe: "Mirá nosotros te queremos hablar a raíz de lo que está pasando para que revises tu posición; esta situación no da para más: fijate el problema de la subversión, los gremios que pasaron a dominar la situación, esta mujer que no controla situación pero que no quiere irse", dijo el almirante que, según sus íntimos, se creía Juan Perón.
"Nosotros no estamos preparados para preparar, no insistan con eso", replicó Fautario. Massera y Videla le dijeron incluso que la fecha elegida era el 24 de marzo de 1976, menos de seis meses después. Fautario no se sumó al golpe pero duró poco en su cargo: a fin de aquel año, una rebelión dentro de su fuerza hizo que la Presidenta lo reemplazara por Orlando Agosti, aliado de Massera y Videla y el tercer hombre de la junta militar.
(*) Editor jefe del diario Perfil y es autor de Operación Primicia.