El vuelo que traía de regreso a Cristina Fernández de Kirchner desde Trinidad y Tobago a Buenos Aires tras participar de la V Cumbre de las Américas, debió descender en el aeropuerto de Caracas.
El aterrizaje de emergencia se debió a que se astilló el parabrisas del avión y por cuestiones de seguridad se decidió no continuar con el viaje. Según se supo, no hubo ningún riesgo para la delegación y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le ofreció a Cristina Fernández una aernovave para regresar a la Argentina.
La presidenta salió de Caracas, Venezuela, a las 16.25 (hora argentina) en un avión Falcón de seis plazas que utilizó junto a su secretario privado para el regreso.
El resto de la comitiva presidencial tenía previsto aguardar en el aeropuerto de Caracas a que arribe el mandatario venezolano Hugo Chávez, quien le prestará su avión para regresar al país tras participar de la V Cumbre de las Américas en Puerto España.
Cristina había partido de Puerto España a las 12.30 (13.30 de Argentina) y en pleno vuelo el piloto informó a la Presidenta que por "las diferencias en las temperaturas del exterior y el interior de la nave" se había astillado el parabrisas.
Según las fuentes oficiales, Cristina se apersonó en la cabina y luego de realizar las consultas pertinentes se resolvió aterrizar en Caracas "por prevención".
En pleno vuelo se acordó con el gobierno de Venezuela que cuando Chávez regrese de Trinidad y Tobago le preste el avión a la comitiva argentina para retornar a Buenos Aires.
Junto a Cristina viajaban el canciller Jorge Taiana, el secretario de Medio Ambiente, Homero Bibiloni, la senadora nacional Marita Perceval y el diputado José María Díaz Bancalari, entre otros legisladores e integrantes de la comitiva oficial.