La visita por Navidad de la Presidenta a Río Gallegos la semana pasada llamó la atención a los periodistas locales que conocen: alteró sus rutas y rutinas habituales -como un paseo familiar en coche por la ciudad-, se encerró durante horas a ver a personas de máxima confianza. Ahora empiezan a descubrir por qué: empezaba a afrontar la mala noticia del cáncer de tiroides.
La Presidenta Cristina Fernández viajó el jueves 22 de diciembre hacia la capital de Santa Cruz, donde mañana regresará para pasar Año Nuevo con su familia (suspendió anuncios oficiales pautados).
De acuerdo a lo informado por la Unidad Médico Presidencial, la Presidenta se enteró ese mismo 22 que padecía el carcinoma papilar. Por la tarde, Cristina voló a Santa Cruz para pasar la Navidad en familia y, sobretodo, para conocer a su sobrino nieto, a quien llamaron, cuándo no, Néstor Ricardo.
El mismo jueves, la Presidenta realizó una salida poco común y antes de llegar a su casa en el Barrio Jardín, compartió un encuentro familiar con una cena con comida rápida en casa de su cuñada. Ella siempre iba directo, y bien rápido, del aeropuerto hasta su casa. Esa vez, no.
Según la fotografía exclusiva de la agencia OPI Santa Cruz, Cristina y su hija Flor llevaban caras de preocupación en el auto oficial, junto a una amiga de la hija de la Jefa de Estado y un secretario presidencial.
“Cristina salió sin maquillaje, a cara lavada, pero todos estaban serios (no enojados)… como preocupados”, contó el fotógrafo de la agencia santacruceña.
Esa noche del jueves se reunieron a cenar comida rápida, Cristina, Alicia, Florencia, Máximo, Rocío (novia de Máximo), Romina y Natalia (las hijas de Alicia K) éstas últimas dos con sus maridos. Alrededor de las 23:00hs llegó el delivery con cerca de una docena de sandwiches de lomo y varias gaseosas que habían sido solicitados por telefóno.
El sábado 24, a las 19:20 se observó un rápido movimiento de la custodia y la llegada de Máximo Kirchner a la casa. El hijo del matrimonio Kirchner se bajó y en menos de 10 minutos salió de la residencia junto a su madre, hermana y esposa. Luego se marcharon, siempre con caras de preocupación. Los escoltaron siete camionetas de seguridad presidencial.
La guardia periodística de OPI Santa Cruz siguió al Honda Civic que conducía Máximo K, hasta que un custodio les pidió que "dejaran de seguirlos" debido a que la familia estaba "paseando por la Ciudad". Al periodista le llamó la atención la indicación de la guardia presidencial y el tono en el que le habló. Algo estaba pasando en la familia más poderosa de la Argentina.
¿Cuándo se enteró realmente? Una fuente del Senado de la Nación le confió una hipótesis a la agencia OPI que aún no pudo ser corroborada: que la Presidenta hace "bastante tiempo" que se realizó el estudio de tiroides y el diagnóstico lo habría conocido al menos "25 días antes de renovar el cargo", o sea, a mediados de noviembre.
De acuerdo a esa fuente que cita OPI, "por orden suya" (de la presidenta, a pesar de la prescripción médica) "pospuso el anuncio" y por eso se programó la operación para el 4 de enero.
De esa manera, según esa hipótesis, Cristina quería evitar que Julio Cobos quedará a cargo de la Presidencia en el cierre de su primera gestión y ser ella la que condujera el Ejecutivo antes de su reasunción.