El 30 de junio de 1989, Emilio Massera demostró hasta qué grado podía llegar la impunidad de un ex dictador. A pesar de estar condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, el ex almirante - que murió hoy a los 85 años- caminaba libre por pleno barrio de Palermo. Así lo encontró el reportero gráfico Marcelo Ranea, del diario Nuevo Sur, cuando fue a buscar a su esposa al hospital Rivadavia a las 9.30 de la mañana. En diálogo con Perfil.com, el fotografo contó los detalles de la imagen del día que Massera escapó de prisión.
“Yo tenía que ir a buscar a mi mujer al hospital, llegue demasiado temprano y me quedé paseando por la verera del hospital. En un momento, al cruzar la calle, para un Falcón con vidrios polarizados, muy similar al que en esos días se había visto usar a la gente del ministerio del Interior, es más yo lo había visto a [Enrique, el Coti] Nosiglia bajarse en la puerta del ministerio de un Falcon exactamente igual a ese. Me llamó la atención, me quedé mirándolo, de repente se abrió la puerta y se bajó un tipo que no era Nosiglia, era Massera”, relató Ranea.
El fotógrafo vió como Massera -sin esposas, ni custodia- sacaba un llavero y sin mirar eligía una llave, iba hasta la puerta de un edificio y entraba. “En ese edificio le habíamos hecho unos años antes una guardia, porque ahí vivía Martha Rodríguez McCormack, con la que se decía ese señor había tenido un affaire, en consecuencia tenía claro que era él”, recordó a Perfil.com. “En ese momento yo no tenía la cámara y volví a la tarde”.
Ranea sabía que Massera era un hombre que había hecho una vida militar, metódica al extremo, y suponía que el ex integrante de la Junta Militar iba a salir a hacer una hora de ejercicio, una costumbre que practicaba religiosamente. “Fui a esperarlo a la hora que yo calculé que iba a salir a correr a Palermo, salió a la puerta del edificio y le hice la foto”, contó. “ Le tiré dos lamparazos, él estaba mirando a cámara y atinando a levantar la mano para tapar la cámara, trataba de tapar la foto para que no se lo viera”, graficó.
Al otro día, la foto de Massera libre ocupaba toda la tapa del diario Nuevo Sur. “Exclusivo: Massera en libertad”, era el titular de la publicación. La imagen dio la vuelta al mundo y esa semana todos los diarios y revistas hablaban del episodio en el que el ex almirante condenado a prisión perpetua salía del edificio de Las Heras 2779 a las 21.10.
Massera estaba mudo, su impunidad había sido descubierta por un fotógrafo que estuvo el momento justo, en el lugar indicado.