El gobierno convocó para el miércoles a los partidos con el objetivo de iniciar la discusión sobre la reforma política, pero la mayoría de la dirigencia opositora reclamó ampliar el tema de la "reforma política" que citó el ministro Florencio Randazzo a "los temas que realmente le importan a la gente".
"Yo no creo que la gente se corte las venas si las internas son abiertas y simultáneas", dijo esta noche en TN el radical Gerardo M orales, considerando que "lo que hay que tratar son las cuestiones urgentes que involucran a millones de argentinos, pobreza, empleo, las tasas que pagan las Pymes, la recesión, esos son los puntos que hay que tratar con urgencia".
Randazzo, esta noche, había dicho que el oficialismo mantendrá la discusión con las fuerzas políticas "acotada a los temas partidarios y electoral". Aclaró que la situación económica y social formaría parte, en cambio, del análisis del Consejo Económico y Social, cuya implementación es por ahora solo un anuncio.
En cuanto a la reforma política, los temas para discutir incluyen las elecciones primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas; el financiamiento de los partidos, el gasto de propaganda de campaña y el sistema electoral nacional.
"Nos proponemos escuchar y que nos escuchen, hacer propuestas diferentes. Nuestros objetivos están direccionados a mejorar el sistema político argentino, por eso creemos que debe ser un diálogo abierto, amplio y no excluyente teniendo en cuenta que estamos a más de dos años del inicio de un próximo proceso electoral", argumentó Randazzo, en una conferencia en la Casa Rosada.
El funcionario puntualizó que el resto de los partidos políticos serán citados en el lapso de 30 días, en grupos de a diez, porque hay medio centenar de fuerzas con representación parlamentaria y que se intercalarán agrupaciones de mayor peso político con otras de menor dimensión electoral.
Morales se mostró en desacuerdo con la agenda anunciada por el gobierno y pidió discutir la pobreza, la economía, el reparto del dinero entre la Nación y las provincias, la tarifa social y el Indec, opinión que compartieron esta nohe también en Tn el socialista Rubén Giustiniani y Federico Pinedo, del PRO.
Y otra voz que dejó en claro el ánimo de la oposición fue la del hombre que venció a Néstor Kirchner, la del diputado electo por Unión-PRO Francisco de Narváez. "Estoy dispuesto a dialogar, pero no a perder el tiempo", dijo de Narváez sin medias tintas, indicando que "comenzar hablando con la reforma política es faltarle el respeto a la gente".
"La presidenta (Cristina Kirchner) dijo que convocaría a un diálogo social, económico y político", se quejó el empresario, consultado por Noticias Argentinas, afirmando que "las prioridades del país hoy son resolver el hambre de millones de argentinos, la emergencia sanitaria, la inseguridad, el aumento de los precios y el conflicto con el campo". De este modo, De Narváez se puso en línea con las críticas hacia la Casa Rosada que realizó el PRO, la fuerza que lidera Mauricio Macri y con la que mantiene una sociedad política.
Al igual que el diputado y el vocero parlamentario del interbloque Unión PRO, Federico Pinedo, el empresario pidió una agenda ampliada para encarar el diálogo, pero aclaró que el espacio asistirá a la convocatoria. Sin embargo, ni De Narváez ni Pinedo serían parte del cónclave debido a que el Gobierno invitó a los titulares de los partidos y ninguno de los dos preside sus respectivas fuerzas. Pero el bonaerense, que por estas horas mantiene una baja exposición pública por el nacimiento de su sexto hijo, fijó su postura y volvió a marcar sus críticas hacia la administración central.
Fuente: DYN y NA.