La sesión que estaba prevista para este 7 de julio en el Senado no se cayó por “logística de traslado” ni “vuelos suspendidos por la nieve”, como informa el interbloque oficialista. Fue el senador Adolfo Rodríguez Saá el que le comunicó a José Mayans y Oscar Parrilli que no iba a acompañar el proyecto.
Si a esto se le suma que ni el rionegrino Alberto Weretilneck, la misionera Magdalena Solari Quintana y la riojana Clara Vega tampoco acompañarán, el Frente de Todos no cuenta con los votos.
La decisión de suspender la sesión que estaba prevista para hoy se confirmó ayer después de una reunión del interbloque oficialista. Allí tomó la palabra el puntano, que si bien no tiene ninguna autoridad formal, el hecho de haber sido cinco veces gobernador y Presidente, le da una autoridad que otros no tienen.
“Yo no apoyo. No se hagan los distraídos”, fue el mensaje que hizo llegar a las autoridades del bloque.
“Ahí él dejó bien en claro que así como está el proyecto no lo va a acompañar”, relató a PERFIL una fuente parlamentaria.
El disgusto de Rodríguez Saá se entienden a partir de la encrucijada que tiene con su hermano, el actual gobernador, Alberto Rodríguez Saá. Este último fue uno de los impulsores del proyecto que crea una nueva Corte Suprema con 25 miembros, incluso, el mandatario provincial fue uno de los exponentes en el debate en la comisión.
Esto no le gustó nada al senador. “El Adolfo” trabaja el tema desde 2017, cuando presentó un proyecto, en reformas de la Corte Suprema, incluso la comisión de Asuntos Constitucionales había comenzado a debatir el proyecto que él mismo presentó, hasta que aparecieron los gobernadores más cercanos a Cristina Kirchner (Axel Kicillof, Gildo Isnfrán, entre otros) y ese proyecto se borró de un plumazo.
En su entorno explicaron a PERFIL que “hace años que lo viene trabajando, todo venía viento en popa, le dieron el gusto, y todo”. “Pero de un día para el otro saltan con esto. Adolfo fue Presidente y cinco veces gobernador, no es boludo”, relataron cerca de su despacho.
En segundo plano están las críticas del senador al proyecto de los gobernadores. Sostiene que en el proyecto como fue dictaminado “no se respeta el federalismo” y que “es un disparate tener tantos representantes”.
“Hace años que lo viene trabajando, todo venía viento en popa, le dieron el gusto, y todo. Pero de un día para el otro saltan con esto"
Desde que asumió el Frente de Todos, son pocas las veces que el bloque oficialista sufrió aprietes en el Senado. Hasta 2021 tenía consolidada una mayoría con legisladores propios que le garantizaba el quórum y la mayoría simple. Con el recambio de diciembre pasado quedó en 35, a dos del número que le garantiza esa mayoría. Así pudo aprobar la mayoría de los proyectos con el aval de Solari y Weretilneck.
La rebelión de Rodríguez Saá va en línea con la diferencia que un sector del espacio oficialista en la Cámara alta tiene con la conducción. Sienten que les imponen temas desde el ala cristinista, que, después de la división de bloques para quedarse con una banca en el Consejo de la Magistratura, es minoritario.
Qué dice el proyecto
El primer artículo del proyecto que quiere tratar el cristinismo establece que la Corte Suprema "estará compuesta por 25 jueces y juezas" y que "a efectos de asegurar la diversidad de género" podrá "integrarse por hasta trece (13) jueces o juezas del mismo género".
En el segundo artículo, se mantiene la idea de que "durante el proceso de nombramiento e integración, las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se adoptarán por el voto de la mayoría absoluta de los miembros que la integren al momento de adoptarlas".
El dato curioso es que mantiene "los actuales integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”. Estos “conservarán sus cargos conforme estipula el artículo 110 de la Constitución Nacional".
"La cobertura de vacantes tendrá en consideración la actual composición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación", indica el proyecto. Esto es de cuatro jueces tras la renuncia, a fines del año pasado, de Elena Highton de Nolasco.