El día que los dirigentes del Peronismo Federal (PF) decidieron bajarse de las internas contra el matrimonio Kirchner, pensaron en un hombre para darle un marco legal a la nueva estrategia: Alberto Iribarne. El abogado es el encargado de “lograr una herramienta electoral y organizar el frente electoral”, según explica durante una entrevista con Perfil.com. Iribarne ya había sido funcionario de Eduardo Duhalde y de Carlos Menem. Durante la presidencia de Néstor Kirchner se desempeñó como síndico general de la Nación, secretario de Seguridad Interior y ministro de Justicia.
-¿Por qué no van contra el kirchnerismo a internas?
-Es la decisión que tomó el PF. Creemos que es posible y no habrá ningún problema. Todos los partidos, alianzas y frentes que quieran participar de las elecciones de octubre deben hacerlo en primarias, aún cuando tengan candidato único. En nuestro caso iremos con los cuatro (Mario Das Neves, Duhalde, Felipe Solá y Alberto Rodríguez Saá)
-Si bien se quiere mostrar unión, hay acciones que dan a pensar de una posible ruptura en el partido. Ejemplo: aún no se sabe que harán el 17 de octubre, día de la lealtad. ¿Esto entorpece su trabajo?
-No creo. Esto que aparece como una debilidad yo lo vería como una ventaja respecto a otras fuerzas políticas que tienen un manejo unipersonal y candidaturas ya definidas. Casi todo el espectro nacional, llamese macrismo, kirchnerismo o Coalición Cívica con Elisa Carrió son partidos con una conducción unipersonal. Tenés el caso de los Kirchner aunque no habrá una elección, sino que sólo resta saber si es él o ella.
-O el radicalismo.
-Es lo más parecido al PF ya que hay debate y habrá elecciones internas. Entonces, frente al resto de las fuerzas, esto es una ventaja para nuestro partido porque tenemos una conducción que la integran los candidatos, pero también una conducción integrada por (Carlos) Reutemann, (Juan Carlos) Romero, (Ramón) Puerta y Adolfo Rodríguez Saá. Estos son figuras con presencia y experiencia en sus distritos, que han sido gobernadores, que no serán candidatos pero que conducen por acuerdo una fuerza. Cuesta más tomar decisiones cuando la conducción es colegiada, pero eso suma, lo hace más atractivo y más participativo.
-Incluso tener un ganador en internas, potenciaría al partido.
-Si, pero yo insistiría en el hecho de que tener tantos dirigentes es positivo.
-También evitan ir a internas contra el kirchnerismo que podría haber sido complicado.
-Sí, porque el nivel de contradicción indicaba que al proponerse como alternativa a los K no se podía compartir la misma estructura en el sentido de que el que gana conduce y el que pierde apoya.
-Es lo que había dicho Das Neves ni bien se conoció la noticia de la interna propia.
-Exacto. En PF hay un acuerdo y es que el que gana irá como candidato y el resto acompañará a ese ganador. Están en el mismo partido porque hay más coincidencias que diferencias. En el caso de Kirchner no era lo mismo porque las diferencias eran mayores. Entonces era absurdo ir a una interna dentro del FPV.
No más K. Iribane compartía muchas ideas que impulsaba el kirchnerismo a partir de 2003. Sin embargo hubo un punto de inflexión que hizo que cambiara radicalmente su posición: el conflicto entre el Gobierno y los sectores agropecuarios: “Aparecen ahí una seria de cosas que uno cree que no hay que hacer en la política como es construir un enemigo desde lo político, cultural, de confrontación extrema”, explica.
Para Iribarne “transformar un tema que inicialmente había sido una reivindicación económica, de pagar menos impuestos” en “un enfrentamiento con el interior del país” fue un error imperdonable. “En vez de hacer lo que Cristina había prometido en la campaña que era el diálogo, se utilizó la confrontación y se empieza primero con este enemigo y luego con otro. Se instala una dialéctica que no debe existir en democracia que es la de amigo-enemigo”
-¿Qué opinión tiene actualmente del kirchnerismo?
-Creo que muchas promesas hechas no se dieron como el pacto social, la mejora de institucionalidad. La relación con el resto del mundo no fue buena y hubo un agotamiento del modelo de gestión kirchnerista.
-Usted fue Ministro de Justicia y estuvo durante la renovación de la Corte. ¿Qué opinión le merece el conflicto entre los Kirchner con los miembros de la Corte Suprema?
-El recambio de la Corte fue una bandera de todos. Por eso el hecho de que finalizando el gobierno se la cuestione tan duramente es un gran retroceso por parte del gobierno y que no será acompañado por la sociedad.
-¿Y de los dichos de Hebe de Bonafini?
-Fueron un exabrupto totalmente condenables. No se puede lanzar acusaciones de ese tipo.
-¿Cómo creen que será el último año de la gestión de Cristina?
-A medida que avance el proceso electoral creo que saldrán a luz las contradicciones dentro del oficialismo. Desde el punto de vista político el gobierno se debilitará y crecerán las alternativas concretas de la oposición, ya sea PF, macrismo o radicalismo. Obviamente se ahora es difícil por el momento ya que aún no hay un candidato.
-¿Eso complica a la oposición para enfrentar al kirchnerismo hoy?
-Es cuestión de tiempo, ya estamos llegando al 2011. A medida que se avance, aparecerán las alternativas al actual gobierno.
(*) De la redacción de Perfil.com.