Tras los múltiples fallos en contra, el Gobierno decidió armar una “mesa chica” de emergencia que se ocupe especialmente del tema tarifario con la idea de coordinar acciones políticas y jurídicas. El macrismo es un fiel adepto a las “mesas”.
En ella comenzaron a reunirse Juan José Aranguren, el ministro de Energía; el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, y el procurador del Tesoro, y quien debe litigar en los estrados judiciales, Carlos Balbín. En varias ocasiones se suman asesores legales del presidente Mauricio Macri, para dar su visión.
En las primeras reuniones Lopetegui le hizo corregir los informes a Aranguren, pero el protagonista central de esta “mesa” es Balbín, un prestigioso jurista que llegó de la mano de Daniel “el Tano” Angelici, y es hoy quien se ocupa de recorrer tribunales y hablar con magistrados por el tema. Hoy gran parte de su trabajo se centra en intentar buscar las mejores diagonales jurídicas para ordenar el esquema tarifario y que el Ejecutivo no sufra más derrotas en sede judicial. En la Casa Rosada lo saben: la próxima movida legal será sobre el aumento de la tarifa de agua.
“Está caminando el tema tarifas y es quien se ocupa de la estrategia legal”, lo definen en la Casa Rosada. Lo curioso de esta mesa, creada en medio de los fallos en contra del Gobierno tanto en el tarifazo del gas como el de luz, es que no participa el ministro de Justicia, Germán Garavano, de manera cotidiana. Acaso el equilibrio que intenta imprimir entre las dos “bandas” legales del macrismo, la de Angelici y la de José Torello (el íntimo amigo de Macri) junto al secretario legal y técnico, Pablo “Fémur” Clusellas, le haya jugado una mala pasada.
Como sea, Balbín es quien lleva adelante la estrategia legal, con el asesoramiento a la distancia de Angelici. Respetado entre sus colegas y con un cuidado perfil bajo, es primo lejano de la familia del mítico dirigente del radicalismo.
Se fue encolumnando con el Tano a medida que fue escalando en la Justicia porteña hasta llegar a ser presidente de la Cámara en lo Contencioso Administrativo. Su desembarco en la Procuración del Tesoro tuvo sus objeciones: el sector de Torello y Clusellas objetó que era preferible, para ese cargo, un abogado litigante que un juez.
Especialista en derecho administrativo, Balbín recibió el premio Konex por su trayectoria.