Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), elaborado sobre la base de datos oficiales, el Estado incremento, durante el año pasado, un 125% los subsidios destinados al transporte, la energía, los alimentos y varias empresas públicas.
Con un aumento de alrededor de 40 millones de pesos por día, desde las arcas del Estado se destinó un total de $14.626,2 millones a paliar los efectos de la crisis energética, a evitar el alza en la tarifa del transporte, para evitar que los productos alimenticios suban sus precios en demasía y al financiamiento de algunas empresas públicas.
Según el diario La Nación, en materia energética se invirtieron 8330,9 millones de pesos, lo que representa casi el 60% del total de subsidios. Cammesa obtuvo 4428 millones para financiar la compra de fueloil para las centrales térmicas. Para el financiamiento de colectivos, trenes y subtes metropolitanos, el ferrocarril General Belgrano y la aerolínea estatal Lafsa la secretaría de Transporte destinó $4218,8 millones.
Con el objetivo de controlar los precios de la comida, desde la Casa Rosada se implementó un sistema de compensaciones que demandó $1181 millones y apuntó a productos como la leche, el pollo, la carne vacuna y los derivados del trigo, el girasol, el maíz y la soja.
Para las empresas públicas, el Estado destinó fondos por un total de $521,8 millones, principalmente al Sistema Nacional de Medios Públicos, Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) y la agencia de noticias Télam.