El Gobierno nacional cambió su postura frente a la toma de las escuelas. Si bien hasta hace poco se había mostrado a favor de los reclamos de los estudiantes, ahora parece haberse tornado conciliador. Así lo evidencian los discursos del ministro de Educación, Alberto Sileoni y del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
Sileoni afirmó que está "a favor de que haya clases", al ser consultado sobre la toma de cuatro de los principales colegios de la Ciudad de Buenos Aires en rechazo a la reforma del secundario impulsada por la Nación con adecuaciones del gobierno porteño. El ministro de educación nacional evitó condenar la protesta.
"Nosotros queremos que haya clases, y estos conflictos vienen desarrollándose en diversas provincias, sin la visibilidad que tienen en la Ciudad, porque hay un proceso de adecuación de los planes de estudio por decisiones que se han tomado en el Consejo Federal de Ministros", sostuvo el funcionario en diálogo con FM Vorterix.
El ministro explicó que los cambios en la currIcula no son "una decisión del ministro de la Nación que un día se levanta y decide cerrar orientaciones de las secundaria. Las decisiones se toman (en el Consejo Federal) porque había centenares de orientaciones en el país, y desde hace un tiempo, todos los ministros queremos reconstruir lo que podríamos llamar la nación educativa para tener una secundaria más clara".
Sileoni mantuvo su postura: "Queremos que haya clases, no es cierto que se pueda suplir la cantidad con la calidad, es mejor calidad, más cantidad, y si podemos algún día tener más de 190 días, hay que trabajar por eso, pero también entiendo las demandas y las necesidades de la comunidad".
"Siempre opiné que es bienvenida la participación de los jóvenes. Cuando dije que hace crecer la democracia, la pregunta era qué le parece la participación de los jóvenes. Junto con esto, quiero que haya clases, necesitamos que haya clases", cerró.
Se pierden días. Por su parte, Abal Medina advirtió que las tomas deben encararse con "mucho cuidado", porque "se pierden días de clases" y "la principal función de la escuela es enseñar".
"En concreto, lo que son las tomas es que puede pasar que se pierden días de clases y estas medidas tienen que ser utilizadas con mucho cuidado, tanto por los estudiantes como los sectores gremiales, porque la principal función de la escuela es enseñar", analizó el funcionario.
El jefe de ministros, en diálogo con Radio 10, subrayó que "hay que seguir trabajando, ya que se ha incrementado el presupuesto en educación para tener una calidad educativa".
Antes a favor. Durante las tomas de 2012 el legislador K, Juan Cabandié apoyó públicamente a los estudiantes. Ahora, simplemente se refirió a declaraciones del ministro de Educación porteño Esteban Bullrich: "Dijo que tomar una escuela es un acto de violencia que se daba en la década del setenta". Sin embargo prefirió no hablar de las tomas.
Otro de los que estuvo claramente a favor de la reforma fue el senador Daniel Filmus. Aunque en el pasado había pedido "tomas con clases". Esta vez, se llamó al silencio.