Entre el primer trimestre de este año e igual período de 2021 la economía en su conjunto creció 6,1% según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De seguro que la tasa de desocupación de enero-marzo sería inferior al 7%. Una bocanada de oxígeno en medio de una inflación que no cede y rozaría el 34% en el primer semestre, el derrumbe de los bonos argentinos de la deuda en los mercados junto a la suba del riesgo país.
El año pasado el desempleo terminó en 7% y ahora la próxima medición que se conocerá esta semana por parte del Indec y se enmarca en el primer trimestre 2022 sería más baja. Sin embargo, esta buena noticia estará opacada por la calidad del trabajo que se generó, y un dato por demás preocupante: tener un trabajo no te saca de la pobreza.
Según el propio Indec, a fines del año pasado, el 70% e la población ocupada, ya sea de manera formal o informal, ganaba menos de $ 60 mil y si se “sube la vara” el 90% obtenía menos de $ 100 mil mensuales.
Eduardo Donza, sociólogo e integrante del Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), destacó: “El principal problema del mercado de trabajo no es la desocupación, es la precariedad laboral”.
Esto ocurre “porque el mercado de trabajo depende de la estructura productiva. Por más políticas de empleo que se puedan desarrollar, si la estructura productiva no acompaña, no se van a generar más puestos de trabajo de calidad”, dijo Donza, quien participó la semana pasada de la Agenda Académica de Perfil Educación. De manera coincidente, desde Ecolatina apuntaron a que “la pérdida del poder adquisitivo en el primer cuatrimestre del año fue del 2% en el 50% de mayores ingresos y de casi 4% en la mitad de menores ingresos”.
Al comparar los extremos, resaltaron que la diferencia es más alta: el decil “más pobre” tuvo una baja del 4,6% y el “más rico”, una merma de 1,3%. En este marco, “si bien hay una clara recuperación del empleo, la aceleración de la inflación en la primera parte del año (55,1% interanual al primer trimestre) dificulta la recomposición salarial. Existe una dinámica heterogénea respecto a cómo se mueven los ingresos por segmentos poblacionales”, agregó la consultora.
Desde los números “duros” el empleo registrado acumuló 15 meses de recuperación, superando la pérdida que generó la pandemia según los registros del Ministerio de Trabajo. Sin embargo, aún faltan casi 200 mil puestos de trabajo para alcanzar los niveles previos a la crisis macroeconómica de 2018.
Ante estos datos, el Centro de Economía Política (CEPA) destacó que el sendero del crecimiento en el empleo registrado privado se mantuvo en marzo, con un incremento de 20.796 puestos de trabajo, 0,3% más que febrero.
“Más de un año después del piso de la pandemia (julio 2020), se han generado 268.000 puestos de trabajo, más del 100% del total perdido desde esa fecha”, agregó el análisis del CEPA.
