El temor de los intendentes del Conurbano bonaerense –tener que ceder lugares en las listas para jóvenes kirchneristas–quedó atrás. A diferencia de la elección de 2011, en donde dos días antes del cierre de listas distritales recibían llamados de los despachos de funcionarios nacionales para que entre los primeros lugares se guardaran espacios para militantes de La Cámpora, Kolina y distintas organizaciones sociales, los jefes comunales recuperaron en este cierre de listas la libertad de acción en sus territorios.
La mayoría de estos alcaldes que gobiernan los distritos más populosos del país ya cerraron sus nóminas que les permitirán tener hombres fieles en los Concejos Deliberantes sin la interevención del Gobierno nacional. Para ellos, mantener la mayoría de las bancas es una de las principales preocupaciones, ya que cada vez que sectores que no le responden logran un número importante de concejales. La destitución los amenaza.
Pero, además de no imponerles nombres en las listas, desde la Casa Rosada llegó la orden a Unidos y Organizados, esta organización que nuclea a La Cámpora, Kolina y el Movimiento Evita entre otros, que esta vez no hagan campaña contra el intendente. Incluso, en muchos distritos en donde en elecciones anteriores estos jóvenes militantes K lograron boletas propias para competir contra los jefes comunales, esta vez no la tendrán.
Sin embargo, hay algunos alcaldes que sin el pedido del Gobierno nacional decidieron incluir a estos sectores en las nóminas. Un ejemplo claro es el de Lomas de Zamora. Allí, el intendente Martín Insaurralde decidió incluir a militantes de La Cámpora, Movimiento Evita y otras organizaciones.
Un gesto de fidelidad hacia el kirchnerismo en medio de las especulaciones que lo postulan como el protagonista de la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires del FPV.
Con las listas para los Concejos ya resueltas y sin la intervención K, el jueves por la noche, los jefes comunales de la tercera sección electoral se reunieron para armar la lista seccional para que su territorio esté representado en la legislatura bonaerense. Este grupo de intendentes leales al kirchnerismo representan a la sección más importante en cantidad de votantes (casi 4 millones) y apuestan a que esta vez tampoco esta lista sea modificada por el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, encargado de revisar estas nóminas antes de la presentación a la Justicia.
Los intendentes que se sentían apartados por el proyecto cristinista recobraron el ánimo en este cierre de listas. Creen que el Gobierno busca evitar más fugas y, ante una elección pareja, necesitan más que nunca de ellos para controlar las urnas el día de la elección.