El Gobierno transmitió por canales diplomáticos su queja formal al Reino Unido por una serie de ejercicios militares que realizarán en el futuro inmediato en las islas Malvinas, uno de los cuales, incluso, involucra la utilización de misiles Rapier. Asimismo, elevarán una denuncia ante las Naciones Unidas por entender que viola la resolución de la Asamblea General que rechaza cualquier militarización del Atlántico Sur.
“Todo esto pone en evidencia que no es verdad lo que dicen que se trata de bases netamente defensivas cuando se realizan ejercicios con misiles de este tipo. Claramente, esta base en las islas Malvinas tiene, como finalidad, resguardar el acceso británico al continente antártico, así como al corredor bioceánico, y garantizar la expoliación de las riquezas del lugar”, manifestó a PERFIL Daniel Filmus, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Nación.
El Reino Unido notificó, a través de la embajada argentina en Londres, sobre la realización de ensayos militares con misiles Rapier. Todavía no aclaró en qué fecha se concretarían. En rigor, el gobierno británico se ve obligado a informar sobre estos movimiento a la Argentina en su calidad de responsable de la seguridad en la navegación en el Atlántico Sudoccidental. En un comunicado emitido por la Cancillería, el Gobierno se comprometió a emitir un radioaviso náutico, a través del Servicio de Hidrografía Naval.
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A su vez, el Gobierno ya informó que también reportará las maniobras militares ante la Secretaría General de las Naciones Unidas y su equivalente en la Organización Marítima Internacional. Entienden que este tipo de actividades militares contravienen la resolución 31/49 de la ONU, que insta a ambas partes a no adoptar “decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso de negociación” y la resolución 41/11 que exhorta a los países a respetar el Atlántico Sur como una Zona de Paz y Cooperación.
“La República Argentina rechaza en los términos más contundentes la realización de maniobras militares y el lanzamiento de misiles en particular, en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, los que constituyen una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía”, expresó ayer el Gobierno en un comunicado oficial.
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Desde el Foreign Office, en cambio, la muerte del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel, limitó su capacidad de reacción al no poder expresarse sobre otras cuestiones que no fuera rendir honores a la realeza. Sin embargo, su posición tampoco ha mostrado variaciones con respecto a otras ocasiones en las que la base militar en las Malvinas ejecuta su prueba del sistema de defensa tierra-aire al que define como un mecanismo de corto alcance diseñado para defender el espacio aéreo sobre el archipiélago. La última vez fue en octubre de 2018. Entonces, lo presentaban como un ejercicio rutinario.
Acuerdos humanitarios
Pese a las constantes fricciones a nivel político, propias del vínculo con un Gobierno que ha planteado una ofensiva diplomática mayor al de su predecesor, el diálogo en el campo humanitario nunca se interrumpió, aún en pandemia. Tal es así que ambos gobiernos anunciaron recientemente el acuerdo para avanzar, con la garantía de la Cruz Roja Internacional, en el reconocimiento de una de las dos tumbas colectivas en el cementerio de Darwin cuyos restos todavía no se identificaron. Se estima que, protocolos especiales mediantes, por la emergencia sanitaria, los trabajos podrían concretarse entre julio y agosto próximos. Un dato particular: quien fue la cabeza del Equipo de Antropología Forense en la primera parte del operativo, Luis Fondebrider, ahora fue nombrado al frente del área forense del organismos internacional.
