El oficialismo vio frustrado esta tarde su intento de tratar el proyecto de reordenamiento ferroviario, impulsado por el gobierno, al no conseguir los dos tercios necesarios para habilitar su debate sobre tablas. Durante la media hora de preferencia en la que los diputados presentan los asuntos a tratar, el oficialismo quedó a 18 votos de conseguir su cometido.
La habilitación cosechó 120 votos afirmativos, 73 negativos y 12 abstenciones, es decir, a distancia de los 138 que necesitaba el oficialismo para alcanzar los dos tercios de los presentes. Entre los negativos llamaron la atención los votos de los radicales K mendocinos Laura Montero y Héctor Alvaro, su correligionario bonaerense Daniel Katz y la actual aliada del gobierno y ex menemista Paola Spátola (Guardia Peronista).
También sobresalieron las abstenciones de la kirchnerista porteña Vilma Ibarra y su compañero del bloque Encuentro Popular, Ariel Basteiro, el radical K mendocino Jorge Albarracín y sus correligionarios bonaerenses Gustavo Serebrinsky y Silvia Vázquez, así como también la diputada del Frente para la Victoria de Entre Ríos, María Cremer de Busti y cuatro diputados del Frente Cívico de Santiago del Estero.
El jefe del bloque oficialista, Agustín Rossi, defendió el pedido de tratamiento sobre tablas frente a los reclamos opositores que advertían que el proyecto no se había tratado en la reunión previa de Labor Parlamentaria, donde se acuerda el temario de la sesión. Rossi forzó el tratamiento de la iniciativa aunque previamente había admitido la dificultad de conseguir los dos tercios necesarios.
Según explicaron luego fuentes kirchneristas, la decisión de someter a debate un proyecto con escasas posibilidades de prosperar buscó dar respuesta a presiones del gobierno que exigían su tratamiento contra viento y marea.
La iniciativa busca desarrollar un "reordenamiento de la actividad ferroviaria", para lo cual proyecta crear la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado que tendrá a su cargo la administración de la infraestructura, la gestión del sistema de control, de circulación y de seguridad y así como el desarrollo de las inversiones del sector, virtualmente paralizadas desde hace años.
El proyecto prevé además que el patrimonio ferroviario afectado actualmente al Organismo Nacional de Administración de Bienes (ONABE), se transfiere a esa futura Administración. Además proyecta crear la Operadora Red Ferroviaria Sociedad del Estado que deberá prestar los servicios de transporte tanto de cargas como de pasajeros, incluyendo el material rodante.
Fuente: DYN