El Gobierno quiere tener cerrado para mediados de marzo el “acuerdo de gobernabilidad” con el peronismo y confía en que el decreto que dispuso la devolución del 15% de los fondos coparticipables a las provincias sirva para destrabar las primeras votaciones clave. Pero el peronismo no quedó del todo conforme y prepara una suerte de operación de pinzas.
El paquete de la gobernabilidad tiene tres puntos centrales: la devolución del 15% por parte de la Nación, la derogación de la Ley Cerrojo y la de Pago Soberano a fin de poder acordar con los holdouts y la aprobación de los jueces de la Corte Suprema. “Para el 16 de marzo tendría que haber un acuerdo sobre todos estos temas y tiene que ser público”, señaló una fuente del oficialismo a PERFIL.
Sin embargo, tanto los peronistas del Senado que responden a Miguel Pichetto, como el massismo y el Bloque Justicialista, vertientes que se mostraron desde un prinicpio abiertos a darle gobernabilidad a la gestión de Mauricio Macri, empiezan a sumar condiciones. A medida que se acerca el inicio de las sesiones del Congreso dejan ver que no cederán tan fácil sus votos, necesarios para el oficialismo.
Dos senadores del FpV señalaron a este medio que el decreto que establece la devolución por goteo del 15% “es un gesto positivo pero todavía hay que ver cómo se van a devolver”. Consultados sobre el acuerdo, dijeron que “todavía falta”.
En el Senado, Pichetto confía en tener unos 25 votos luego de que se sincere la división del bloque entre peronistas y camporistas. Esas voluntades son tan necesarias para el oficialismo como los 28 miembros de la bancada massista de Diputados y la quincena del Bloque Justicialista.
Precisamente en la Cámara baja, donde el oficialismo creía tener asegurado el quórum con el apoyo de esos dos bloques, la situación se le pude complicar. El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, ya adelantó que impulsará proyectos propios cuando comience a sesionar el Congreso y la punta de lanza será la modificación de Ganancias.
Massa sabe que es un tema sensible para el Gobierno luego de que la modificación que impulsó días atrás incorporara a más de 200 mil trabajadores que antes no tributaban. Además, podría actuar en conjunto con el sindicalismo, que piensa en armar un bloque propio.
En tanto, el Bloque Justicialista que tiene como figura destacada a Diego Bossio también expresó un entusiasmo medido frente a la devolución del 15%. Dividido, el peronismo se prepara para marcarle la agenda al Gobierno por todos los costados.
Recalde defiende despachos
El jefe del bloque de diputados del kirchnerismo, Héctor Recalde, salió ayer a acusar a Mauricio Macri por el conflicto que mantienen con el oficialismo por despachos en el palacio legislativo.
“Nosotros no vamos a discutir por un metro cuadrado más o menos. Esta fue una inusitada resolución, intimándonos en un plazo de 72 horas a entregar prácticamente la mitad de los despachos que tenemos. No vamos a discutir eso”, expresó. Y agregó: “No creo que sea de (Emilio) Monzó. Creo que es de Macri. Fue un cambio tan abrupto que me cuesta pensar que haya sido idea del presidente de la Cámara, para mí fue una resolución que vino de la Presidencia de la Nación”.
Además de la oficina de Máximo Kirchner, el oficialismo pidió desalojar otras tres donde están diputados K.