La convocatoria a la oposición que hizo el gobierno de Mauricio Macri en la que dejó afuera al kirchnerismo no sorprendió a los dirigentes que el viernes circulaban por las oficinas del Instituto Patria, búnker de Cristina Kirchner.
Al enterarse del acuerdo por los medios, recordaron que en octubre de 2017, después de ganar las elecciones, el Presidente reunió a los dirigentes opositores para “lograr consensos básicos”. De esa cita, ya habían participado gobernadores y legisladores peronistas, pero ningún kirchnerista. “No es una preocupación para nosotros haber sido convocados o haber quedado afuera. Macri ya hizo distintas convocatorias a la oposición que más tarde quedan solo en titulares”, evaluaron en las oficinas K.
“Ojalá que el kirchnerismo no se quede afuera”, dijo el ministro del Interior y uno de los funcionarios más activos en generar los acuerdos, Rogelio Frigerio. Sin embargo, Cristina Kirchner no fue avisada. Tampoco sus dirigentes más cercanos. “Es un acuerdo entre dos sectores políticos: el oficialismo y un sector del peronismo donde claramente nosotros no estamos incluidos. El Gobierno no nos consultó para nada, a pesar de que en nuestro espacio está la ex presidenta y somos el bloque mayoritario”, dijo el diputado del Frente para la Victoria Agustín Rossi.
Sobre la posibilidad de que los convoquen en los próximos días, el candidato presidencial agregó: “Ese acuerdo que se conoció es un convidado de piedra. Los diez puntos no nos conforman. Hablan de generalidades y no de recomponer salarios, jubilaciones, de la recuperación de la industria”.
Felipe Solá, otro precandidatos presidencial, tampoco fue convocado. “Qué vivos. El Gobierno pretende elegir la oposición que más le conviene”, dijo. Y planteó sus diez puntos entre los que menciona: defender el trabajo argentino y renegociar ya mismo con el Fondo.”