Aunque el gobernador Jorge Capitanich lo niegue, fue a Panamá de vacaciones y se alojó en dos hoteles 5 estrellas. “No tuve vacaciones. Estuve con funcionarios de Panamá y Haití gestionando ejes importantes de comercialización”. Así se defendió el mandamás del Chaco ante la denuncia de haber usado un avión oficial de la provincia para salir con sus hijas, Guillermina y Jorgelina, de vacaciones.
Opulencia. Lo cierto es que el gobernador K utilizó el Lear Jet 60 LC VIO para tomarse un descanso y recibir el Año Nuevo a orillas del mar Caribe. Lo podrá negar, pero así lo demuestran las fotos íntimas del viaje de los Capitanich a las que tuvo acceso LIBRE, en las que se ve a "Coqui" con sus hijas disfrutar de sus merecidas vacaciones, ya sea al sol, durmiendo una siesta en la piscina o de noche, con ropa de gala, para cenar en un restaurant panameño.
En su estadía en el paradisíaco país visitó la ciudad de Panamá, donde recorrió con sus hijas el canal, vía de navegación interoceánica que une el comercio internacional. Y allí se alojó en el hiperexclusivo Trump Ocean Club International Hotel & Tower Panamá, un gigantesco edificio de setenta pisos y 369 habitaciones y suites, amuebladas de manera exquisita con un estilo elegante y cosmopolita.
Según se promociona en su sitio web, es el lugar a hospedarse para experimentar “la opulencia en su máxima expresión”. Pero la opulencia tiene su precio: entre 269 dólares (1.150 pesos) y 700 la noche (3.000). La arquitectura de ese hotel está inspirada en el Burj Al Arab de Dubai, Emiratos Árabes, el primer hotel siete estrellas del mundo.
Según diario LIBRE, Capitanich disfrutó la terraza del piso 13 de la Trump Tower, donde se nuclean las piscinas, en especial la “sin fin”, que tiene una vista única a la bahía de Panamá. Pero ese no fue el único
destino de Capitanich y sus hijas adolescentes.
A una hora de la Capital, en Farallón, la familia pasó por el Playa Blanca Beach Resort & Spa, otro exclusivo complejo hotelero de 219 habitaciones (1.000 pesos la noche), donde apelaron al servicio all inclusive, por lo que lucieron pulseritas de color celeste para acceder a los múltiples servicios, que van de restaurantes, piletas gigantes, jacuzzis y gimnasio hasta actividades acuáticas (kayak y botes de pedales) y una cancha de golf de nueve hoyos. Pero, según aclaró Capitanich, fue todo parte de una misión comercial; nada parecido a vacaciones en el Caribe.
Polémica. En ese contexto, desde la gobernación aclararon que la escala en Panamá respondió a una revisión técnica del avión. Asimismo, explicaron cada uno de los vuelos del Lear Jet 60 a destinos como Río
de Janeiro, Santa Cruz de la Sierra y Punta del Este. Todas fueron en el marco de misiones comerciales, explicaron, salvo Punta del Este, que negaron haber visitado.
“En el comercio internacional hay que actuar con mucha sigilosidad”, lo defendió el titular de la Bolsa de Comercio chaqueña. Y su ex, Sandra Mendoza, dijo sentir vergüenza ajena. “Que haga lo que quiera, pero no con mis hijas”, disparó.
(*) de la redacción de Diario Libre.
