“No hablamos del pasado con nostalgia ni usamos términos como ‘devolver’, ‘recuperar’, ‘volver’, ‘corregir’ o ‘restituir’”, es una de las normas que se deben seguir en las redes sociales de la gobernadora María Eugenia Vidal y de sus funcionarios. Estas palabras, que en los sondeos de opinión son asociadas al kirchnerismo, están prohibidas en la comunicación del gobierno de la provincia de Buenos Aires, que da instrucciones precisas de cómo llegar a los millones de bonaerenses a través del Manual de Buenas Prácticas.
Este instructivo recomienda “utilizar lenguaje sencillo”, “agregar emoticones” y “usar oraciones cortas y concisas”. En cambio, advierte sobre la importancia de “evitar la critica y la confrontación. Hablamos de lo que hacemos, no de lo que otros no hacen”.
“Evitamos las referencias a circunstancias negativas. Si hacemos algo contra las inundaciones, por ejemplo, no decimos ‘para que la gente no se inunde más’, sino ‘para que la lluvia deje de ser un problema’”, detalla el manual sobre el tono en el que deben comunicar. “Finalizamos las obras del Puente El Taurita que conecta Tigre con San Fernando para que los vecinos estén más tranquilos cuando llueve”, es uno de los tantos posteos de Vidal que cumple con el instructivo. Nada es improvisado en las redes sociales de Cambiemos, en donde cada paso que dan debe seguir esta serie de instrucciones.
Al igual que el Manual del Timbreo que el gobierno nacional confeccionó, en este instructivo se recomienda hacer imágenes que “transmitan emociones”, por ello, en las fotografías cobran importancia las “historias concretas de personas reales” que posan con la gobernadora u otros funcionarios. En cambio, de-saconsejan hacer imágenes en auditorios cerrados y con dirigentes alrededor.
“Los protagonistas son los vecinos: los beneficiarios de una historia. Usamos un tono cercado sin abusar de la pomposidad o adornamiento innecesario. El material debe estar lo menos editado posible, sin textos, en lo posible sin música. La realidad no necesita banda sonora”, se destaca en el ejemplar sobre las redes de Vidal.
En el manual se detalla, además, la importancia del monitoreo de las redes sociales sobre “temas del momento, lo que se está hablando en redes y en los medios, web y TV”, la “lectura de comentarios y la evaluación de si conviene intervenir en ellos después de medir el impacto que se puede llegar a tener”.
En la última campaña electoral, a través de las cuentas que Vidal tiene en Facebook, Twitter e Instagram, el equipo de comunicación logró llegar a más de diez millones de bonaerenses, sobre 12 millones de votantes. Hay un mensaje para cada uno de los ciudadanos y se envía de acuerdo a la edad, intereses, género y ciudad en la que viven. Cada uno de los mensajes microsegmentados puede abarcar entre 100 mil y 500 mil usuarios, y deben ser entre uno y dos posteos por día.