Tras el fallecimiento del juez federal Claudio Bonadio, se abrió el camino para la sucesión de su despacho. Mientras que el martes se sorteará quién se hará cargo de la subrogancia para cubrirlo de forma provisoria en el futuro inmediato, en el Consejo de la Magistratura deberá comenzar el camino para encontrarle un reemplazo definitivo. Pero ésa no será la única vacante que el oficialismo tiene para cubrir y todo indica que tampoco será la última.
A la vacante de Bonadio se suma la que se abrió con la salida de Sergio Torres, quien a mediados del año pasado asumió en la Corte Suprema bonaerense, así como en los próximos meses se agregará, cualquiera sea su destino, la que dejará Daniel Rafecas. De esta manera, el oficialismo se enfrenta a una situación análoga a la que tuvo en 2004 y en 2012, dos años en los que pudo nombrar tres y cuatro magistrados, respectivamente, en la estratégica primera instancia de la Justicia Federal.
Respecto de Bonadio, el martes se sorteará quién se hará cargo del juzgado 11, que el magistrado ocupó desde su designación en 1994. Inicialmente, cuando el juez pidió prorrogar su licencia de verano durante todo febrero, aludiendo “vacaciones no gozadas”, se sorteó la subrogancia y quedó a cargo de su par Sebastián Casanello. Pero tras la muerte de Bonadio, la Cámara Federal consideró necesario hacer un nuevo sorteo ya que cambiaron los motivos de la ausencia.
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La suplencia, hasta tanto se designe un sucesor titular, que es un proceso que puede llevar meses y hasta años, se dará entre diez de los 12 jueces federales de Comodoro Py (porque en el juzgado federal 12 tampoco hay magistrado a cargo desde la salida de Sergio Torres).
Otras vacantes. Torres dejó vacante el juzgado 12 en mayo del año pasado. Actualmente subrogado por Rodolfo Canicoba Corral, el camino para cubrir ese despacho comenzó en octubre cuando 77 postulantes rindieron examen. Todo indica que en el Consejo de la Magistratura podría acumularse la vacante para cubrir el juzgado de Bonadio, en ese concurso que ya está en marcha.
Aunque aún falta más tiempo, lo mismo podría suceder con el juzgado de Daniel Rafecas. El magistrado es el candidato del oficialismo para ocupar la Procuración General de la Nación. Si bien para eso debe obtener acuerdo del Senado, lo cierto es que dejará el juzgado 3, al que llegó en 2004. Previo a la propuesta de Alberto Fernández, el magistrado había sido elegido por el macrismo para ocupar la Cámara de Casación. Si bien esto quedó en stand by a la espera de lo que sucederá con su pliego para ser jefe de los fiscales, lo cierto es que Rafecas también dejará los tribunales de Retiro.
En 2004, con Fernández como jefe de Gabinete, el kirchnerismo pudo nombrar tres jueces federales: Rafecas, Ariel Lijo y Julián Ercolini. En tanto que ocho años después, designó a Luis Rodríguez, Marcelo Martínez de Giorgi, Sebastián Ramos y Sebastián Casanello.
La poca celeridad a la hora de cubrir vacantes es uno de los grandes déficits del sistema judicial. Cubrir el puesto de Norberto Oyarbide le llevó más de tres años al macrismo. Pero ahora, con un concurso en marcha, y dos o tres vacantes disponibles en el fuero de mayor impacto político, el escenario podría cambiar.
