El próximo miércoles, el Senado convertirá en ley el Presupuesto 2014 y la prórroga de leyes económicas, en lo que será una de las últimas demostraciones de la fortaleza oficialista en la Cámara alta. La renovación parlamentaria posterior a las elecciones marcará una nueva realidad, donde el kirchnerismo conservaría una mayoría más ajustada, de 37 o 38 senadores.
Esta semana, el tablero electrónico podría llegar a marcar 42 votos a favor de los proyectos del oficialismo. Incluye a algunos aliados que después de las elecciones deberán definir si siguen encasillándose en ese listado.
En las elecciones del 27 de octubre, ocho provincias deberán renovar a sus tres senadores (dos para la mayoría y uno para la minoría). Y en varios lugares el panorama quedó abierto tras las PASO.
En Capital, Pino Solanas estaría con dificultades para sumar todos los votos de UNEN, por lo que hoy aparece compitiendo por el segundo lugar con Daniel Filmus, mientras que Gabriela Michetti se aleja en la punta. Allí el kirchnerismo perdería la banca del ex ministro y también de Samuel Cabanchik, actual aliado.
En Neuquén, el Gobierno pone en juego dos senadores propios y uno aliado. El ala no kirchnerista del MPN ganó la interna y conseguiría las dos primeras. En el segundo puesto hubo un virtual empate entre radicales y kirchneristas. Similar situación se da en Salta, donde el oficialismo sacó ventaja en las PASO, mientras que el peronista disidente salió segundo, apenas dos puntos arriba de Alfredo Olmedo, otro aliado K en Diputados. Allí recuperan los K, ya que ninguno de los tres actuales los apoya. También recuperan en Santiago del Estero, donde el oficialismo se divide y logra quedarse con las tres bancas, arrebatándole una a la UCR.
En Entre Ríos y Río Negro, la oposición pelea por la banca de la minoría. En la primera, Alfredo De Angeli superó por 2% al radical Atilio Benedetti. En la segunda, el radical Miguel Saiz perdería votos de otras líneas internas que apoyarían a Magdalena Odarda, de la CC-ARI.
En Chaco, el radicalismo se ilusiona con descontarle los seis puntos de diferencia que sacó el Frente para la Victoria. Y en Tierra del Fuego, el kirchnerismo pone en juego dos bancas aliadas y una propia, pero se quedaría sólo con dos propias.