El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, volvió a ser noticia luego de regalarle a su hija Camila un Audi A1 por su cumpleaños 18, valuado en $ 260 mil, y puso de relieve su millonario patrimonio que, entre 2001 y 2011, creció 8.100%, es decir, 81 veces.
Esta semana Camila Echegaray estuvo en boca de todos: se mostró en las redes sociales con su flamante auto junto a sus amigos en la fiesta de cumpleaños, y luego tuvo que borrar las imágenes de la Web. El Audi blanco que le había regalado su padre es un eslabón más del importante patrimonio que supo construir el titular de la AFIP.
Según su última declaración jurada, posee más de cuatro millones de pesos, que se componen de su casa en el barrio Talar del Lago en Tigre de 240 m2, un departamento en Punta del Este de 108 m2, un terreno en Nordelta, un Toyota Corolla y una Hillux, dos jet ski y un Citroën C3. Sólo considerando los vehículos que fue adquiriendo el recaudador, se puede observar cómo cambió su ecuación monetaria: en su declaración jurada de 1999 poseía un Volskwagen Polo Classic de 1998. Además, tenía una casa en Río Gallegos valuada en $ 63 mil. Al año siguiente pudo comprar un segundo auto, un VW Gol, y dos años más tarde consiguió una camioneta Cherokee Sport y se deshizo del Polo Classic. Para 2001 poseía un patrimonio que ascendía a $ 48.907 y una deuda prácticamente similar. Seis años después, frente a la Dirección de Aduanas, pudo comprarse un Cherokee Sport, y para 2008 pasó a una Toyota Hillux valuada en $ 157.964 (en el año que la compró). A fines de 2008 llegó a la AFIP. Hoy su sueldo promediaría los $ 200 mil al mes. Echegaray declaró en 2011 que le ingresaron $ 1.245.655 al año en concepto de salario como funcionario público (casi $ 100 mil por mes), y alquileres por $ 41.600 (un departamento de Barrio Norte y una casa en Punta del Este). También declaró US$ 56.465 de ahorros.
Según reveló el titular de la AFIP, en 2012 pagó más de $ 700 mil de ganancias y este año superará el millón.
Adicto al trabajo y meticuloso, dentro del universo K es un funcionario autónomo: edificó una relación personal con Cristina y no acata órdenes de nadie del equipo económico.
Correr es otra de sus pasiones. Si puede lo hace tres veces por semana en su casa y para combatir su gusto por las golosinas y el dulce de leche, instaló una bicicleta fija en su oficina. Además de Camila, tiene otros dos hijos: Bautista y Wenceslao, quien recibió en 2011 un Citroën C3 de $ 78.800. “Uno cuando puede y cuando sus hijos lo merecen, se les da todo lo que se les puede dar”, sintetizó el recaudador oficial.
