El peronismo aprovecha para negociar lugares en el Tribunal

El fallo sobre la aplicación del 2x1 reabrió el debate en el oficialismo y la oposición acerca de la composición de la Corte Suprema. Hay senadores peronistas que se entusiasmaron con reflotar el proyecto para ampliar la cantidad de miembros, y otros que se ilusionaron con discutir el lugar que hoy ocupa Elena Highton de Nolasco, que quedó en una situación frágil tras la sentencia.

Un senador influyente del PJ explicó a PERFIL que la situación de la jueza es diferente a la de sus colegas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, porque estos últimos acaban de ser nombrados en el tribunal, mientras que ella, si no fuera por un amparo, no podría continuar después de diciembre, cuando cumpla 75 años.

Un dirigente nacional de Cambiemos le dijo a este diario que Highton de Nolasco se tiene que ir. Esa había sido la posición original del Gobierno, cuando pidió que le revoquen el beneficio judicial que la habilita a continuar sin plazos en el máximo tribunal. El Gobierno finalmente no apeló porque utilizó el criterio de “mejor malo conocido, que bueno por conocer”. Si entregaba a Nolasco vendría un reemplazante del PJ. Pero el fallo dejó vulnerable el puesto. Highton cambió de opinión respecto de un dictamen suyo anterior y eso generó fuerte malestar en el Senado. Puede que su suerte se discuta en las próximas semanas.

De todos modos también hay enojo con Rosatti y Rosenkrantz. Con el ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner porque ninguno de los senadores peronistas esperaba que tomara una posición que beneficiara a un represor. Con Rosenkrantz porque en su audiencia ante el Congreso dijo expresamente que no había motivos para cambiar la jurisprudencia de la Corte en materia de derechos humanos.

El plan expansión. Otra alternativa la disparó el jefe de la bancada de senadores Miguel Pichetto, quien propuso ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema, una vieja idea del peronismo, que quiere más representación en el tribunal más importante del país.

El Gobierno, ante la consulta de PERFIL, dio una respuesta sorpresiva: una fuente importante de la Casa Rosada reconoció que están dispuestos a negociar la ampliación si el PJ, a cambio, ofrece la renuncia o el juicio político de Alejandra Gils Carbó, la jefa de los fiscales.

El presidente Mauricio Macri la tiene entre ceja y ceja por su lealtad al kirchnerismo, y porque considera que desde su cargo en la Procuración tiene mucha influencia en el avance o en el retroceso de las causas que tramitan en el fuero federal, muchas de ellas vinculadas a la corrupción pasada y la actual.

Hasta ahora, la posición del justicialismo, sobre todo en el Senado, es intransigente respecto de Gils Carbó. Pero si el oficialismo abre dos vacantes en la Corte Suprema es posible que las cosas cambien. “Nosotros, el jury no se lo vamos a posibilitar. Pero una salida elegante, como una renuncia, podría ser”, analizó otro senador peronista en diálogo con este diario.

El macrismo avanzó hasta donde pudo contra Gils Carbó, pero todavía no tiene consenso para removerla.