Con más de tres millones y medio de afiliados, el Partido Justicialista contiene al 43% de los adherentes partidarios y al 11% del total de electores del país. Luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires y lejos de la estructura del gobierno nacional, el PJ promete convertirse en el esqueleto de quienes buscarán sobrevivir hasta las próximas elecciones. Para ello, sus dirigentes volverían a dejar en manos de sus afiliados la futura conducción del partido.
Las elecciones por el voto directo de adherentes es una estrategia para convencer a los díscolos de la urgencia de un partido unificado para pelear el poder en 2019. La conducción está hoy en manos del gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner. El mandatario había sido electo en 2014 por 708 congresales. En aquel momento, una cláusula adicional habilitó al voto indirecto de las autoridades por “única vez”, por lo que el próximo año, tal como manda la Carta Orgánica, deberían ser los afiliados quienes elijan sus autoridades.
Los dirigentes creen que la figura más importante a conseguir es el actual gobernador, José Manuel de la Sota, pese a que algunos le endilgan ser uno de los responsables de la derrota. Aunque el cordobés pretende ir por el liderazgo del partido, no estaría dispuesto a volver sin reglas claras y parte del kirchnerismo fuera de él. Su regreso podría ser la llave para un acercamiento de Sergio Massa.
El gobernador electo de Chubut, Mario Das Neves, será otro de los invitados al “nuevo peronismo”. Sin embargo, las declaraciones de ayer del diputado nacional Carlos Kunkel sobre que le “gustaría” que Cristina Fernández de Kirchner “presida el Partido Justicialista”, no fueron un buen comienzo para convencer a los díscolos.
El dirigente chubutense mantiene su enojo con la Casa Rosada, pero está dispuesto a articular ciertos temas con el partido, con un previo “reconocimiento de errores”. Mientras tanto, esta semana se reunió con su antiguo aliado Massa y ya habló tres veces por teléfono con Macri.
A pesar de estar dispuestos a que estos dirigentes regresen, en el partido aseguran que aún no se abrieron las puertas para Florencio Randazzo.
Hay algunos peronistas que pretenden que el gobernador bonaerense sea el líder del partido y no quieren esperar hasta mayo para pelear la conducción nacional. Uno de ellos es Gabriel Mariotto, quien propone que después del 10 de diciembre, Fernando Espinoza le dé la presidencia honoraria del PJ bonaerense a Scioli, para que desde allí construya la estructura que no armó en sus años de gobernador. Y así llegar mejor posicionado a pelear por el PJ nacional con el resto de los dirigentes, incluso con quien ya se anotó para la presidencial de 2019, Juan Manuel Urtubey.
Internas por la AGN
El Consejo Nacional del Partido Justicialista se reunirá el próximo jueves para discutir el nombre del candidato para presidir la Auditoría General de la Nación (AGN), el organismo de control que quedará para la oposición a partir del recambio de gobierno del 10 de diciembre.
Los gobernadores peronistas buscarán imponer el nombre del gobernador saliente de Jujuy, Eduardo Fellner frente a los rumores de que la Casa Rosada buscaría ese lugar para el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El nombre del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray también será llevado a la mesa de discusión. El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, ya adelantó que “de ninguna manera” votaría a Fernández, con quien compitió en las primarias como precandidatos a la gobernación.