Al kirchnerismo le encanta hablar de "la gestión". Y no será fácil la gestión que tiene por delante el nuevo ministro de Economía Amado Boudou. Los antecedentes de Lousteau, Felisa Miceli, Peirano y Carlos Fernández no hablan, justamente, de lo mucho que puede encararse desde el Ministerio de Economía de los Kirchner. Pero el carilindo Amado sueña con "cambiar la historia" y ser el que marque el rumbo del Palacio de Hacienda.
Su primera semana en el cargo, sin embargo, no quedará en la historia. No pudo hacer nada con el Indec, debió ratificar no menos de 20 veces a Guillermo Moreno, incluso elogiándolo, y hasta quedó al margen de la primera etapa de diálogo político que encara el Gobierno, capitaneado hasta el momento por Aníbal Fernández y Florencio Randazzo.
Pero, aunque puertas afuera no pudo hacer mucho, la mano de Boudou se notó puertas adentro de Hacienda. La informada sección "Espía" del diario Perfil publicó el domingo que "Boudou entendió que, a juzgar por su escaso margen de acción, va a tener tiempo libre en su ministerio. Según comentan en los pasillos de la cartera, el ex hombre del CEMA lo primeroque hizo fue encargar la compra de tres plasmas, varias computadoras Sony Vaio de última generación y además, un minigimnasio". Al menos, el flamante ministro cuidará el físico mientras dure su paso por Economía.
Las dificultades de Boudou para formar su equipo de colaboradores dejaron en claro que sus pedidos de autonomía no serán más que un deseo. Las reiteradas negativas de economistas a aceptar puestos clave en su equipo, tenían que ver con temas espinosos. En cuanto los candidatos le preguntaban si podían arreglar con el FMI y con el Club de París, Boudou siempre respondía lo mismo: “No”. Y eso minaba toda posibilidad de incorporación. El flamante ministro apeló incluso a las fuentes y buscó entre conocidos en su Mar del Plata natal: intentó convencer al secretario de Economía de Mar del Plata, Mariano Pérez Rojas, de que se mudara a Buenos Aires. Pero Pérez Rojas, de cuna socialista, no está dispuesto –por ahora al menos– a cambiar de domicilio.
Ayer Boudou volvió a ratificar al polémico Guillermo Moreno como secretario de Comercio Interior, y confirmó un secreto a voces, que la Argentina tomará los 2500 millones de dólares que le corresponden por la ampliación de capital realizada en el FMI .