Un giro inesperado en el conflicto bilateral que mantiene la Argentina con el Uruguay en el marco de la instalación de dos plantas de celulosa se produjo ayer cuando, insospechadamente, el titular de la española ENCE dio precisiones sobre la nueva ubicación de la fábrica desde la Argentina. Y nada menos que con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a su lado.
El anuncio no cayó nada bien en el gobierno de Tabaré Vázquez, que rápidamente reaccionó: primero advirtió que todas las gestiones ambientales de autorización habían caducado y deberán empezar los trámites de cero. Segundo, fue el mismo mandatario quien sostuvo que su país tendrá la decisión final sobre la autorización o no de la construcción y que la empresa española no emitió ningún comunicado oficial con el anuncio de la relocalización.
"Este es un aviso verbal, no se ha presentado solicitud oficial. Cuando se presente (Ence), deberá realizar el tramite establecido y será el gobierno uruguayo el que diga si autoriza o no la instalación de esa planta en el nuevo lugar asignado" advirtió Vázquez, en declaraciones a medios uruguayos.
Las cosas cambiaron a nivel Ejecutivo. Ahora es Uruguay el que se muestra disgustado por el desaire de un anuncio hecho del otro lado del río –pero que le garantizó a Ence el visto bueno del Gobierno argentino- y en medio de comentarios periodísticos que sostienen que Fernández y Arregui mantienen desde hace años una profunda amistad.
En el medio del vínculo Argentina-Uruguay-Ence se encuentra el pedido de intermediación realizado al rey Juan Carlos quien, en dos oportunidades, envió al llamado “facilitador” Juan Antonio Yánez Barnuevo para que realice gestiones a ambos lados del río en un intento por acercar las partes.
La trascendencia de las visitas de Yánez Barrionuevo a la Argentina no tuvieron su equivalencia en el Uruguay donde, en un primer encuentro, sólo fue recibido por un funcionario de tercera línea.
Aunque en su segundo viaje se entrevistó con Vázquez, desde el Uruguay siempre se repitió la misma premisa: “Con cortes no hay diálogo”, lo que evidentemente echó por tierra con los intentos del mediador.
Fernández, sin embargo, destacó ayer la incidencia del intermediario en el conflicto bilateral y remarcó que el rey Juan Carlos de España " mucho tuvo que ver en ayudar a la empresa a que entienda lo que Argentina estaba reclamando". Esto abre la puerta a una nueva especulación acerca del porqué de un anuncio sobre la inversión en un país realizado desde otro.
Mientras las noticias sobre Ence se sucedían, alejados de las trifulcas gubernamentales, miles de ambientalistas de Gualeguaychú, acompañados por manifestantes de distintos puntos del país y hasta por asambleístas uruguayos, llevaron ayer a Plaza de Mayo sus reclamos bajo el lema: "No a la Contaminación y al Saqueo Ambiental".