La postura se mantiene en el presipuesto de 2009: sólo el 24,8% de la recaudación serán girados a las provincias, 10 puntos por debajo del 34% establecido en el último pacto fiscal. Estos $80 mil millones representan el menor porcentaje de coparticipación de los últimos 50 años, afirmó La Nación.
La falta de fondos complica a las provincias, ya sumidas en problemas fiscales, por la inflación y los reclamos salariales; ahora serán más dependientes del gobierno nacional. Eso explica que no sólo gobernadores opositores, sino también oficialistas como Daniel Scioli (Buenos Aires) reclamara por la ley de coparticipación y por un mejor reparto impositivo.
A este pedido se sumaron los diputados oficialistas "rebeldes": encabezados por Felipe Solá (Buenos Aires) y Enrique Thomas (Mendoza), presentaron un proyecto para aumentar la coparticipación del impuesto al cheque, informó el diario La Nación. Este tributo recauda entre 15 y 20 mil millones de pesos anuales, de los cuales las provincias reciben menos del 30%.
Además de la coparticipación, que se gira automaticamente, el Gobierno Nacional también transfiere fondos adicionales a las provincias, destinados más que nada a educación, vivienda y obra pública. El problema es que son giros discresionales, decididos por funcionarios y no regulados por ley alguna.En 2009, por ejemplo, el Estado pagará 15.600 millones de estas transferencias discresionales, precisó el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, a los diputados de la Comisión de Presupuesto, según el mismo matutino. Con esa suma, el monto coparticipado ascendería a 95.600 millones, un 29% del presupuesto total, lo que aún es menor al piso de 34%
"Las provincias donde más se aumentará el gasto son Chaco, Misiones, Tucumán y Chubut. Por el contrario, Buenos Aires, Córdoba, La Rioja y Tierra del Fuego son las que menos incrementos verán", sostiene un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), publicado hoy por La Nación.