Ahora que ganó el candidato que Mauricio Macri había apoyado públicamente, la mesa chica del PRO respira aliviada.
Con Horacio Rodríguez Larreta envalentonado para ser el próximo jefe de gobierno porteño, el partido se prepara para la pelea electoral más importante de su historia, más allá de las elecciones generales porteñas: las presidenciales de octubre.
Antes de reordenar la estructura partidaria, será necesario sanar heridas porque, si bien en público tanto Larreta como Gabriela Michetti buscaron minimizar la interna al máximo. Por lo bajo, la guerra fue total. Y, como en toda guerra, hay ganadores y perdedores.
El que más ganó fue, sin dudas, el jefe de gabinete porteño. Ya no es más el segundo de Macri en la Ciudad. Salir victorioso de la interna en las urnas y no gracias al dedo elector del líder del partido lo consolidó como hombre fuerte del espacio. También feliz debe estar su compañero de fórmula, Diego Santilli, quien se decidió por él y no por Michetti, a quien acompañó en buena parte de su carrera.
¿Qué hacer con los perdedores de hoy? Porque los pocos ministros que se decidieron por Michetti pusieron todo de sí para esta campaña: Hernán Lombardi, quien iba a ser el vicejefe en caso de ganar la PASO; el diputado nacional Federico Pinedo, que ofició de presidente de campaña, Guillermo Montenegro y Daniel Chain (ministro de Desarrollo Urbano) deberán soportar en los próximos días el desplante total por haber ido contra el deseo de Macri.
Para la actual senadora se aproximan días de tormenta por haber ido contra la estrategia macrista. Su negativa a ser candidata a vicepresidenta de Macri la dejó expuesta. Quedará en ella reacomodarse dentro del partido y trabajar para la campaña nacional.
Habrá que esperar para saber cuál será la decisión del jefe del partido. Surge la pregunta de saber para quien irán sus votos, ya que desde el entorno del ganador de ECO, Martín Lousteau, aseguran que los que la apoyaron no le darán el visto bueno a Rodríguez Larreta.
(*) De la redacción de Perfil.com.