Un futuro economista porteño de 29 años, radical de la Cantera Popular, Arturo Pozzali, se convertirá en el presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA) cuando el próximo sábado se reúnan en La Pampa casi un millar de congresales para elegir una nueva conducción, con la mirada puesta en el año electoral que se avecina y la intención de volver a jugar un papel protagónico y opositor a las políticas del gobierno nacional.
En esta FUA, con poco protagonismo público desde hace más de una década, y que continúa siendo el principal espacio de poder del radicalismo, ya que es conducida desde hace treinta años interrumpidamente por la Franja Morada, todos los sectores son reformistas, defienden la autonomía universitaria, el cogobierno y la gratuidad de la universidad pública. Reclaman también una nueva Ley de Educación Superior, un Boleto Estudiantil Unico y ponen en cuestión las políticas educativas y de derechos humanos del Gobierno. Incluso el peronismo, que participa como Juventud Universitaria Peronista (JUP), coincide con esos principios. Los únicos que están afuera, porque mantienen hace dos años una federación paralela, son los kirchneristas de Unidos y Organizados, pero apenas representan al 7% del estudiantado y en los últimos meses perdieron adeptos, fusionándose en muchas facultades con independientes para evitar presentarse en elecciones con el nombre de La Cámpora.
Esta Franja Morada no es la misma de los 80 ni de los 90. Tras perder en el 2001 la conducción de la Federación porteña, mantiene la hegemonía en el interior (Córdoba, Mendoza, La Pampa, Santa Fe).
En la Capital, donde está de a poco recuperando fuerzas, mantuvo la conducción del centro de Económicas, a costa de aceptar dejar de lado el color morado y fusionarse con sectores independientes para constituir la agrupación Nuevo Espacio. Pozzali es de los franjistas que adhieren a esa estrategia.
“La universidad tiene otra realidad. Priorizamos el trabajo gremial. Hay chicos que no responden ni al PJ ni al radicalismo y que militan con nosotros en Nuevo Espacio”, declaró a PERFIL. Esos frentes persisten también en Medicina, Psicología y Arquitectura.
La estrategia de la FUA será mantener la alianza con la CTA de Pablo Michetti y buscar modos creativos de protesta. Ayuda a la visibilidad que el nuevo presidente sea un porteño. La potencia numérica y política de la UBA mejora las chances mediáticas.