Gastón Ariel Mercanzini, el hombre que lanzó una botella al vehículo que trasladaba a Javier Milei el día de su asunción quiere ser sometido a un proceso abreviado. Está acusado de lesiones dolosas en grado de tentativa contra el mandatario y su hermana Karina Milei y lesiones dolosas leves sobre Guillermo Agustín Armentano, miembro de la custodia, quien resultó herido por el impacto del objeto.
Mercanzini quedó detenido en las horas posteriores al botellazo. Fue tras presentarse en un canal de televisión ubicado a metros de Parque Lezama. Previamente había pasado por una conocida radio del barrio de Palermo donde buscaba que se le diera la posibilidad de salir al aire para retractarse del episodio.
El 13 de diciembre fue indagado en Comodoro Py. Ante el juez Ariel Lijo, Mercanzini manifestó que no llevaba consigo la botella que hirió al custodio presidencial. “Agarré y tiré esa botella sin ver si le pegaba a alguien o dónde estaba específicamente el Presidente. La tiré para esa zona”, al tiempo que se disculpó tanto con el Presidente así como también con el oficial herido y su familia. Pocos días después, el magistrado lo procesó con prisión preventiva y desde entonces la cumple en el Penal de Marcos Paz.
Durante la segunda quincena de enero el fiscal Federal Carlos Rívolo dio por clausurada la investigación y pidió enviarlo a instancia de debate. Por sorteo, el proceso oral del expediente recayó en la jueza María Eugenia Capuchetti, quien encabezará el juicio de forma unipersonal por tratarse de un delito cuya pena en expectativa es menor a seis años de prisión.
Luego de cambiar de defensa en varias oportunidades. Mercanzini evalúa la posibilidad ofrecida por el fiscal Rívolo de ser sometido a un juicio abreviado. Se trata de un procedimiento donde el imputado admite la acusación y culpabilidad de los hechos, consensúa una pena con la fiscalía, aceptada por la víctima o agraviado y que finalmente debe ser convalidada por el juez.
Fuentes judiciales aseguraron que siguen las tratativas entre el fiscal Carlos Rívolo y el defensor oficial Juan Martín Hermida de cara al eventual proceso abreviado que podría ser en los próximos días. De no prosperar, quedaría la opción de un juicio correccional para el cual no se descarta que el Presidente y su hermana sean convocados en calidad de testigos. Por ahora ninguna de las dos alternativas se dan completamente por descartadas.
Mercanzini, quien fue funcionario de Cultura de la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay enfrenta otra causa en paralelo por el hurto de varias fichas del Casino de Puerto Madero. El pasado viernes fue indagado en la Justicia Criminal de la Ciudad donde manifestó que al momento del hurto estaba bajo la influencia de alcohol y estupefacientes. En ese expediente interviene el magistrado Juan Martín del Viso, quien tendrá que determinar su situación procesal.
La problemática de adicción a la bebida y las drogas del “hombre del botellazo” acaparó gran parte de su vida. Ante la Justicia, el hombre de 52 años admitió ser adicto desde hace 30 y que empezó a consumir estupefacientes a los 13. También reconoció haber sido abusado cuando era menor de edad, además de haber atravesado por una relación conflictiva con la madre de sus hijas que terminó en denuncia y posterior condena.
Luego de quedar desempleado, Mercanzini optó por mudarse a Buenos Aires para empezar una nueva vida. Con su suerte laboral marcada por varios trabajos temporales fue acusado tras un incidente en un parador de personas en situación de calle ubicado en Parque Chacabuco.
Tanto la imputación por hurto como las otras condenas podrían ser consideradas por la Justicia a la hora de, por un lado acordar la pena en un posible proceso abreviado o ante un veredicto y eventual imposición de pena en un probable juicio correccional.
