Desde hace dos meses, Axel Kicillof le llena la cabeza a Cristina Fernández sobre la necesidad de ponerle límites a Guillermo Moreno. Los resultados a ocho meses de su fatal idea de “secar la plaza de dólares”, son contundentes: se fueron de los bancos 6.000 millones de dólares en depósitos, el paralelo llegó a dispararse hasta los 7 pesos, las transacciones comerciales descuentan una devaluación de hecho similar a la inflación (entre 22 y 25%) y las empresas y la clase media no dejan de buscar y comprar divisas, aunque sean caras, para “protegerse” de la falta de rumbo económico.