POLITICA
tras el council of the americas

El vínculo con EE.UU, entre la diplomacia 'albertista' y las fricciones por la región

Con el arribo a Nueva York de la embajadora ante Naciones Unidas y el cónsul en aquella ciudad, el Gobierno cubrió las plazas claves en ese país. Inversiones y la pelea por el BID.

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Council. Cafiero encabezó el foro virtual con parte del gobierno. | twitter

Con el arribo a Nueva York de los diplomáticos María del Carmen Squeff, para asumir el mando de la representación argentina ante las Naciones Unidas, y Santiago Villalba, en el consulado de esa ciudad, el gobierno de Alberto Fernández completó las misiones de mayor relevancia en Estados Unidos. Tal como quedó claro en la reunión virtual del Council of the Americas esta semana, donde participaron varios de los interlocutores del Gobierno con el mundo externo, el Frente de Todos apuesta a imprimirle una impronta “albertista” a la relación con Washington.

Squeff, una diplomática de larga trayectoria que estuvo en la puja por la vicecancillería hasta diciembre de 2019, fue destinada a la ONU luego de unos primeros meses a cargo de los nexos con el Mercosur. En su agenda figurará “sostener nuestro reclamo soberano en Malvinas, y profundizar la agenda de derechos humanos, género y desarrollo sostenible”, acorde a la presentación de la Cancillería en las redes sociales. En lenguaje llano, profundizará esa línea pública de “sacar al Reino Unido de su zona de confort”, lo que generó ya algún traspié entre ministros (ver recuadro).

Villalba, por su parte, otro diplomático de carrera con afinidad política con el Gobierno, tendrá a su cargo uno de los consulados claves en el Norte por el poder financiero que se concentra en Nueva York. Más allá de que sus labores correponden más al quehacer territorial, “además de asistir a la numerosa comunidad de argentinos, tendrá la tarea de promover exportaciones, la inversión en el sector servicios y los vínculos académicos y científicos”, señalaron desde el ministerio. La otra representación de relevancia con sede en aquel país, la Organización de Estados Americanos, ya tiene a su nuevo inquilino, Carlos Raimundi y el embajador Jorge Argüello, amigo personal del Presidente, fue el primero en viajar con permiso especial antes del tener el aval del Senado.

Fue precisamente Argüello quien sinceró el jueves en el encuentro del Council cuál es el objetivo primario hoy de todas las misiones diplomáticas, incluso la suya: perseguir inversiones y acceso para las exportaciones argentinas. La directiva es adaptarse con las “condiciones originales” que se requieran  a la flexibilidad que demande el mercado, indicó. Estudiar “caso por caso”.

En este esquema, Estados Unidos no juega un rol menor. Solá se refirió en el mismo foro a su estatus como principal inversor extranjero en la Argentina con un stock total de 17 mil millones de dólares. Una cifra que aspiran a hacer crecer tras la pandemia en base a “una relación madura madura, con respeto y de permanente diálogo para que nunca exista confusión o palabras que puedan llevar a conclusiones equivocadas”. Hay, detrá, un anhelo por  participar de una millonaria inversión en infraesctructura  que EE.UU. diseñó para Latinoamérica, el programa América Crece. Aunque de momento, es eso, un anhelo.

Detrás de las expresiones del canciller y su embajador, hay una premisa: construir un vínculo con Washington y los diversos actores del poder real estadounidense que se diferencie tanto de las relaciones confrontativas de la administración de Cristina Fernández como del alineamiento total de Mauricio Macri. Se puede leer en las sutilezas del mensaje. Como cuando Solá ponderó los múltiples puntos de contacto con la Casa Blanca en la lucha contra las“amenazas” internacionales y Argüello,  más explícito, contrastó la última negociación con los acreedores privados en aquel país con un tono carente de descalificaciones. “Y aquí hay un fuerte contraste con la otra etapa que a mi me tocó representar a la Argentina en los EE.UU., allá por 2011 y 2012, cuidando de mantener los canales abiertos en los momentos más álgidos de la negociación”.

Ninguno aludió al mayor punto de conflictividad que los separa hoy con la próxima elección del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que la Argentina intenta demorar hasta marzo mientras negocia para que Canadá, Perú y Uruguay se sumen a la moción que ya avalan México, Costa Rica y Chile. Del otro lado, el nominado de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone los acusa de subvertir el proceso democrático.

Enojo con ministros

La reciente participación de los ministros Roberto Salvarezza (Ciencia) y Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Géneros y Diversidad) en una serie de actos virtuales con el embajador británico Mark Kent no cayeron bien en el ámbito de la Cancillería, decididos a impulsar acciones diplomáticas que “saquen al Reino Unido de su zona de confort” para ponderar la cuestión de las Malvinas. Entendieron que dichas fotos  iban en contra del espíritu que esta gestión busca imprimir a las relaciones con Londres. Citan, por caso, la decisión de no autorizar un vuelo de conexión con las islas que trasladaba a un grupo de pescadores para que cruce por el espacio aéreo argentino. Con la misma meta, el próximo embajador en el Reino Unido, Javier Figueroa, desembarcará allí en las próximas horas.