Llegó una hora y cuarto después de lo previsto. Habló 18 minutos y se fue. Dijo que venía a escuchar las voces de la gente del interior, pero no dio espacio para el diálogo. Terminó su intervención y se sumergió en un auto que lo llevó hasta la escalera de un avión enviado especialmente por la Casa Rosada. Tenía una misión impostergable: participar en el programa ultra oficialista 6,7,8 para defender la decisión del Ejecutivo de dar marcha atrás con la ley del 82% móvil.
En una réplica de la metodología que viene aplicando en su intensa campaña para elevar la consideración positiva con vistas a un cargo electivo, la visita de Boudou a Puerto Madryn el jueves último, duró lo que una estrella fugaz. Pero no por eso fue menos intensa. Tuvo tiempo de responderle al gobernador Mario Das Neves, quien días atrás lo calificó de “caradura” por venir a estas pampas mientras la administración central pisa la caja del Tesoro y no gira fondos a la provincia. También hizo campaña para el candidato kirchnerista a la gobernación (el intendente de Madryn, Carlos Eliceche); fustigó con dureza a Clarín y La Nación por “ apropiarse de Papel Prensa para acallar las voces de los medios del interior” y cargó contra el vicepresidente Julio Cobos, por su segundo voto no positivo. Todo en pocos minutos.
El encuentro en el Aula Magna de la Universidad Nacional de la Patagonia estaba pautado para las 18. A esa hora el auditorio –con capacidad para 250 personas sentadas– estaba casi completo. En su mayoría, autoridades de la comuna local, militantes políticos de la corriente peronista Nuevo Espacio, opositora a Das Neves, estudiantes, unos pocos representantes de entidades intermedias y directivos de dos de los seis diarios que se editan en la provincia.