En la noche de brujas, una tradición que cada vez se extiende más en nuestro país, habrá más Mauricios Macri que Cristinas Kirchner. También habrá más De Angeli, más Carrió, más Menem, más Bush y muchos más Bin Laden. En una recorrida por la calle Lavalle, que nuclea a multiples cotillones, Perfil.com indagó en el otro Halloween, el político, para que ver dirigentes elegía la gente para asustar a sus amigos en está noche llena de telarañas, esqueletos y brujas y la presidenta argentina ostenta el trsite récord de ser la menos vendida.
"En este momento no sacamos caretas de políticos porque se encarecen mucho. En la época de Menem salían $20 y hoy están entre $80 y $100, entonces son bastante caras", aseguró Alberto del Cotillon Carcajadas. Donde si se venden políticos es en el Cotillón Paz, donde pueden encontrarse las máscaras de Cristina y Néstor Kirchner, Carrió, Menem y hasta el ruralista más famoso, Alfredo De Angeli. " La señora presidenta no ha tenido mucha venta, digamos no se vende", cuenta Patricio, encargado de la empresa. Otra realidad atraviesa el ruralista de la Federación Agraria que "en su momento se vendió muy bien", pero nunca tanto como Bin Laden que "batió todos los récords en 2001, después de las torres gemelas", comenta.
Pero los fanáticos de la noche de bruja todavía siguen volcándose por lo clásico, según nos explica Diana, del cotillón Ticoral, que estaba atestado de personas haciendo compras a última hora. "Pregunta por políticos, pero no vendemos", dice. En la casa especializada en caretas, Disfraces.com, Diego, uno de los empleados, sostiene que los políticos se venden masomenos. "No los quieren ver mucho, ni siquiera en máscara", bromea. En su local, los más políticos más vendidos son Macri y el presidente norteamericano George W. Bush.
El gran ausente del cotillón político nacional es el vicepresidente Julio Cleto Cobos que, a pesar del protagonismo que adquirió después de su voto no positivo, no ha llegado al mundo de las caretas de goma. Los otros políticos, salvando las distancias georgráficas, que tampoco cotizan son Barack Obama y John McCain, que se venden como pan caliente en el gran país del norte a pocos días de las elecciones.
(*) Redactor de Perfil.com