La triple fuga del penal de General Alvear tomó por sorpresa a la opinión pública, pero no tanto a los presos. Algunos de los alojados en la prisión de bonaerense, de supuesta “máxma seguridad”, estaban al tanto de la fuga de los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci un mes antes de que se realizara. Además habrían estado al tanto de la evasión presos de la cárcel de Sierra Chica y de Batán.
“Los hermanos Lanatta y Schillaci eran los dueños del pabellón de Sanidad. Hacían lo que querían”, sostuvo un exconvicto.
“Hasta celulares con WhatsApp tenían. Si lo sabían los compañeros, también lo sabían los penitenciarios", declaró la misma fuente al diario La Nación.
En el mismo artículo se asegura que también estaban al tanto de la fuga de los Lanatta y Schillaci, varios días antes de que ocurriera, en una oficina –situada en las calles Adolfo Alsina y Combate de los Pozos en el barrio porteño de Balvanera— donde se reunen algunos de los militantes más comprometidos del Frente Para la Victoria.
Las antiguas autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense le habrían ocultado la información a los nuevos funcionarios nombrados por la gobernadora María Eugenia Vidal, con los que tuvieron varias reuniones durante al transición, según el matutino.