En su intimidad suele repetir una frase que heredó de su madre, Norma, y su abuela, Corina: “Hay que cruzar el río”. El río, turbulento, de la Provincia de Buenos Aires, para María Eugenia Vidal es también avanzar con la reforma de la Policía Bonaerense.
En el despacho del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, descansan dos resoluciones de trascendencia que implican quitarle dos “cajas” que controla a la Bonaerense.
Una de ellas es el manejo de las “horas Polad”, los adicionales que suelen contratarse para espectáculos deportivos. La otra resolución tiene que ver con la administración de las siete plantas verificadoras de automotores que tiene la Provincia y que hoy son manejadas por los efectivos.
Ambas decisiones se centran en las numerosas irregularidades que supuestamente había y, según fuentes oficiales, en “modernizar la administración de la Bonaerense” para que “no haya policías haciendo trabajo de oficina”.
La primera de las resoluciones que firmará Ritondo, con el aval de Vidal, tiene que ver con dotar de personal administrativo las siete plantas verificadoras de automotores que tiene la Provincia y que hoy son controladas por agentes de la Bonaerense. Se trata de entre 300 y 400 efectivos que, en lugar de estar en las calles, están destinados a trabajos de oficina. “Vamos a dejar un mínimo indispensable. Para sellar un formulario y entregarlo no necesitamos un policía. A lo sumo lo necesitamos por si entra un auto con pedido de captura”, confía una fuente del Ministerio de Seguridad.
En este contexto, se le sacará el control administrativo, que ahora dependerá del ministerio, con un esquema de gestión que incluye la informatización de las plantas.
Detrás de esta decisión está la “caja” de la Bonaerense: “De cien autos particulares que entraban, se facturaban unos veinte y el resto se lo quedaban”, grafica, a modo de ejemplo, una fuente del PRO.
La otra reforma tiene que ver con las horas adicionales o “Polad”. En este marco, la decisión que tomó Vidal es que sea el Ministerio de Seguridad el que dirija administrativamente la distribución y compartir el manejo de estos extras junto a la Bonaerense. En particular, para los operativos en partidos de fútbol y el cuidado de los edificios públicos.
“Queremos controlar que sea la misma cantidad de efectivos por los que se factura la que esté en los espectáculos o eventos por los que se contrata”, cuenta otra fuente.
Actualmente, al Ministerio de Seguridad sólo le llega la información suministrada por la fuerza, pero no hay una administración conjunta de estos operativos. A partir de la resolución, será compartida. “El ministerio aportará orden y la policía el know-how; nosotros no podemos determinar cuántos efectivos se necesitan, pero sí controlar que sea esa cantidad la que participe”, explica la misma fuente.
En abril, la Gobernación dispuso un suculento aumento de las horas Polad, que alcanzó el 110%. El sistema había sido duramente cuestionado luego del asalto a la casa del intendente de La Plata, Julio Garro (Cambiemos), cuando se detectó que un efectivo de la Comisaría 1ª era quien liquidaba esos adicionales en situación irregular. A partir de ello, los funcionarios que trabajan con Ritondo vienen trabajando en una reestructuración del sistema que se hará efectiva en los próximos días.
La reforma de la Policía Bonaerense es uno de los grandes ejes para la gestión de Vidal. Hasta la fecha han sido desplazados más de mil efectivos, incluido el comisario inspector Cristian Bojanovich, a cargo de la custodia de la gobernadora. El episodio en el despacho de las asesoras privadas de Vidal, así como el ingreso a la casa del ministro de Gobierno, Federico Salvai, formaron parte de lo que en La Plata consideran “intimidaciones”.
Ritondo volvió a apoyar a Bressi
“Hasta que no haya una causa concreta, Bressi no se va a ir”. En medio de las denuncias de Elisa Carrió sobre la connivencia del jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, con supuestas valijas vinculadas al narcotráfico, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, volvió a ratificar ante sus allegados al hombre que eligió para conducir la reforma que encaró con la gobernadora María Eugenia Vidal. Quienes frecuentan a Bressi dicen que, tras sentir el impacto de las denuncias, esta semana se lo vio “más tranquilo” y conforme con el apoyo del ministro. “Si no hay una causa concreta donde esté involucrado, yo no tengo por qué echarlo”, se escuchó decir a Vidal sobre el tema. De todas maneras, le encargó al director de Asuntos Internos, Guillermo Berra, que no pierda de vista las investigaciones de salir a la luz nuevas denuncias sobre Bressi.