Con un breve y elogioso discurso, la presidenta Cristina Fernández prefirió evitar cualquier foco de conflicto hoy al participar de un acto de inauguración de un gasoducto en Mendoza, la provincia del vicepresidente Julio Cobos, a quien no hizo la menor referencia pese a que algunos intentaron tentarla cantando "y ya lo ve, es para Cobos que lo mira por TV".
Así como no habló para nada de su compañero de fórmula, la Presidenta elogió enfáticamente al actual gobernador mendocino, Celso Jaque, y a la propia Mendoza, a la que calfícó como "una provincia ejemplo de cómo se puede sobre la adversidad".
Del mandatario provincial, en tanto, Cristina dijo que es un "gran gobernador", a quien dijo estar "acompañando en esta tarea de construir entre todos".
Durante el acto, la Presidenta destacó la firma de una serie de acuerdos, uno de ellos entre Mendoza y San Juan, que va a permitir que comience "a fluir el gas para el norte de Mendoza y el sur de San Juan, que va a significar energía para las industrias".
"Nadie puede querer a su país si no quiere el lugar donde nació", fue otra de las frases casi de compromiso que Cristina dirigió al público antes de celebrar la firma de lo que destacó como un "acuerdo muy importante" que permitirá generar “unos 1.400.000 millones de metros cúbicos" de "energía para las industrias del norte de Mendoza y sur de San Juan”.
La obra en cuestión es el gasoducto Beazley-La Dormida, a cuyo lanzamiento la Presidenta concurrió junto con el jefe de Gabinete, Sergio Massa; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; y el secretario de Agricultura y Ganadería, Carlos Cheppi.
"Fuerza, Mendoza; sigan así, poniéndole mucha fuerza a esta Argentina que necesita la colaboración de todos", terminó diciendo Cristina ante un público enfervorizado y que seguía gritando contra Cobos, sin que a ella se le moviera un pelo... al menos, en apariencia.