Los estudiantes de nivel secundario del Colegio Nacional de Buenos Aires, del Carlos Pellegrini y de otras ocho instituciones educativas de la Ciudad de Buenos Aires decidieron ejecutar una toma de escuelas, en rechazo al fallo de la Corte Suprema contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ante esta situación, las autoridades de los colegios se desligaron de “lo que podría ocurrir” dentro de sus instalaciones. Tal fue el caso del Carlos Pellegrini, que envió un mensaje vía Whatsapp a las familias de los jóvenes: “No podemos responsabilizarnos de la integridad de las/os estudiantes, ni de las acciones que estos tomen en la escuela mientras dure la toma”.
En el comunicado, las autoridades advirtieron que la medida “impide garantizar las condiciones laborales mínimas del personal”. Por este motivo, sostienen que deberán “mantenerse suspendidas todas las actividades académicas y administrativas”, hasta tanto concluya la toma.
A su vez, las autoridades del colegio indicaron que “deberá cumplirse la restricción del ingreso de adultos a la escuela”. Sin embargo, buscaron llevar algo de tranquilidad asegurando que “mantendrán contacto con la conducción estudiantil” con el objetivo de intercambiar novedades.
El hecho ocurre luego de que el Centro de Estudiantes votara la ocupación del edificio, en medio del paro docente y tras la ratificación de la condena a Cristina. Todo se dio bajo la consigna “Escuela tomada. En defensa de la democracia”. Según los alumnos, el clima político es “alarmante”.
Modalidad de la toma
Desde las primeras horas del día, el movimiento estudiantil tomó protagonismo en el Colegio Carlos Pellegrini. Un cartel en la entrada principal anunciaba la decisión: “COLEGIO TOMADO”. Adentro, los alumnos se organizaron en comisiones por turnos: mientras algunos limpian, cocinan o cuidan el edificio, otros se encargan de la comunicación. Varios pasan la noche en la institución, aunque muchos colaboran algunas horas y luego regresan a sus casas a descansar o buscar provisiones. Las puertas permanecen abiertas durante el día, pero se cierran por la noche “por una cuestión de seguridad”, explicaron desde el Centro de Estudiantes (CECaP).
La toma en el Pellegrini no es un hecho aislado, sino parte de una ola de protestas que se expande en distintos espacios educativos. En las últimas 48 horas, otras instituciones se sumaron con medidas similares. El Colegio Nacional de Buenos Aires, también dependiente de la UBA, fue ocupado tras una asamblea estudiantil. Lo mismo ocurrió en dos facultades de la misma universidad: Filosofía y Letras, y Ciencias Sociales.
A nivel local, el Ministerio de Educación porteño confirmó que al menos seis escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires se encuentran tomadas. El clima de protesta crece en distintos niveles del sistema educativo, en un escenario donde las demandas de los estudiantes comienzan a cruzarse con reclamos más amplios vinculados al presente político y económico del país.
Se multiplican las protestas en los accesos a CABA en apoyo a Cristina Kirchner
Universidades públicas alertan por el uso político del Poder Judicial
Rectores y vicerrectores de universidades públicas de todo el país expresaron su respaldo a Cristina Fernández de Kirchner tras la condena en su contra. A través de una declaración conjunta, rechazaron el fallo judicial y aseguraron que “la sentencia forma parte de una decisión de carácter político que impacta negativamente en nuestra democracia”.
En el comunicado, que fue firmado a título personal por cada autoridad universitaria, advirtieron sobre una “lesión directa al núcleo del sistema republicano”, al considerar que se está distorsionando el rol de la Justicia en un estado democrático y constitucional. La manifestación de apoyo se enmarca en una creciente preocupación dentro del ámbito académico por lo que interpretan como una judicialización de la política.
Además, los rectores apuntaron contra lo que califican como un doble estándar en la aplicación de la justicia. Según expresaron, existe un trato desigual que acelera los procesos cuando se trata de referentes de ciertos espacios políticos, mientras que se retrasa o aplica criterios distintos cuando se trata de dirigentes de otros sectores.
TC
