Unos salen a decir que hay que hacer un acuerdo amplio, que incluya también al PRO. Otros no tardan mucho en contradecirlos. Lo que está claro puertas adentro de UNEN es que a pesar de que se mantienen las diferencias, hay muchos que prefieren que ese debate siga abierto. No saben si finalmente se concretará el acuerdo, pero están convencidos que dejar el tema en agenda es una estrategia que les suma.
El razonamiento tiene sus fundamentos, pero también riesgos. “Es una estrategia, porque nos permite que se nos vea como cercanos al PRO”, aseguran fuentes del radicalismo porteño, que coquetean con la posibilidad de que Martín Lousteau participe en una interna con el PRO para suceder a Mauricio Macri en la Jefatura de Gobierno porteño. “Pero igual dejamos esa puerta abierta”, aclaran. Esta semana, los dirigentes porteños de UNEN debieron emitir un comunicado desmintiendo declaraciones del titular de la UCR local, Emiliano Yacobitti, pidiendo mayor amplitud.
Justamente, ayer el ex ministro de Economía estuvo con Gabriela Michetti en la Universidad Di Tella, imagen que permite seguir promocionando esa idea. Sin embargo, tanto dentro de UNEN como del PRO hoy no creen posible que finalmente Lousteau compita en las PASO con el macrismo. “Voy a estar donde el espacio lo considere mejor”, dijo el economista.
En el plano nacional, fue Elisa Carrió la primera en abrir la puerta al acuerdo. “Tenemos que ir por el votante del PRO”, es el argumento que sostienen sus laderos, aunque tampoco cierran la puerta al acuerdo. “Tranquilos, chicos”, responde a sus socios de UNEN cuando se muestran preocupados por sus dichos.
El problema es que no todos están de acuerdo. Un referente de la UCR coincidió con que puede ser una estrategia, “pero que nos hace daño”. “Se habla más de Macri que de nosotros, y nos muestra divididos”, argumentó.
“Es una manta corta, por la reacción que genera en el radicalismo cualquier acuerdo con el PRO”, coincidió otro dirigente radical. Aunque reconoció que “es muy bueno que se hable de uno, ese gran negocio lo llevan adelante perfectamente bien (Sergio) Massa y Macri”.
En el equipo de Sanz, por ejemplo, están al tanto de que hay un grupo de empresarios presionando para que se concrete el acuerdo “antiperonista”, que apunta a evitar un ballottage entre Massa y Daniel Scioli. Y él es el principal señalado. Sin embargo, decidieron no salir a hacer aclaraciones: “Que hablen de nosotros nos levanta, y la mejor respuesta va a estar en los afiches en la vía pública a partir de agosto”. Tiempo es lo que necesitan hoy los miembros de UNEN. Hay un sector que impulsa el acercamiento con el PRO, con la idea de que un único candidato enfrente a Macri en las PASO, otro grupo se opone y amenaza con la ruptura. En el medio, un amplio abanico prefiere seguir consolidando el frente y esperar. El problema, reconocen por lo bajo, es que perciben que UNEN perdió fuerza. Por eso nunca terminan de cerrar las puertas. “Hoy una alianza con el PRO haría estallar el frente, mañana no sabemos. Pero no es un tema que salga por iniciativa propia del radicalismo”