El escándalo de los millonarios fondos del Gobierno para los planes sociales de las Madres de Plaza de Mayo ya traspasó las fronteras. Ahora dos diputados venezolanos de la coalición antichavista Unidad Democrática, Miguel Ángel Rodríguez y Carlos Berrizbeitia, le enviaron una carta al Congreso para que se investiguen el origen "exterior" del dinero que recibía la asociación de Hebe de Bonafini.
"En 12 años, Hugo Chávez ha favorecido a sus amigos políticos en el mundo con más de 60.000 millones de dólares, y queremos saber quién financia las giras pro-chavistas de la señora Bonafini, quién le ha dado el dinero para los eventos chavistas en Argentina, como las cumbres sociales paralelas y, sobre todo, cuánto de dinero presumiblemente venezolano ha pasado a las nuevas burguesías al amparo del engaño revolucionario", dijo Berrizbeitia.
Berrizbeitia, del partido Prove-Carabobo, señaló: "Por este caso y muchos otros, debemos insistir en que se abra la caja negra de Miraflores, porque por presupuestos paralelos y hasta ahora inauditables, Chávez ha hecho su capricho con el dinero venezolano, dentro y fuera del país".
Según informó el diario caraqueño El Universal, el diputado del PRO, Julián Obiglio, fue quien recibió la solicitud. Se trata del mismo diputado que en 2009 realizó la moción contra la participación de Venezuela al Mercosur. Obiglio anuncio que presentará el requerimento a la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso en los próximos días.
Por su lado, Miguel Ángel Rodríguez (Partido Independiente-Táchira) advirtió ante el Parlamento argentino que la "señora Bonafini es una consentida del régimen de Hugo Chávez en Venezuela y que con este caso de corrupción se hace urgente escrutar cuánto de los fondos que ha manejado la Fundación Madres de la Plaza de Mayo, viene del gobierno venezolano o de alguno de sus afiliados privados".
El diputado opositor recordó los oscuros negocios entre Chávez y los Kirchner. "Las valijas de petrodólares, las corruptas comisiones en los negocios agropecuarios, los turbios negocios con Enarsa, la planta procesadora de leche reflotada por Chávez, entre otros, no son casos que podamos olvidar en Venezuela. Y este caso de la estructura Bonafini y su presunta corrupción, podría empeorar aún más las cosas".
