POLITICA

Entre el silencio y el ventilador, cómo reaccionaron los denunciados por Nisman

Hace una semana, el fiscal radicaba una fuerte denuncia contra la Presidenta y otros tres dirigentes oficialistas. <strong>Sólo uno aceptó responder preguntas.</strong>

Cristina eligió hablar a través de Timerman. Sólo desmintió una parte de la denuncia.
| Cedoc

Alberto Nisman interrumpió sus vacaciones de forma abrupta para acusar como cómplices de encubrimiento del atentado más grande de la historia argentina nada menos que a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a otros cuatro dirigentes públicos. Quizás por sorpresiva, agarró a mal parada a toda la dirigencia oficialista, que ante el sacudón del tablero político, se quedó en silencio.

Esa fue la primera reacción tanto de la primera mandataria como del canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque y los dirigentes Luis D’Elía (MILES) y Fernando Esteche (Quebracho). Distinto a otras denuncias políticas en donde salieron a la luz, esta vez, los acusados eligieron la sombra: Cristina, que escribió en Twitter hasta de su perro Simón; o D’Elía, que responde en tiempo real a las acusaciones, no emitieron ni un sólo mensaje al respecto.

El secretario presidencial Aníbal Fernández tildó de “ridícula e irracional” la presentación de Nisman. El párrafo más saliente lo lanzó cuando le preguntaron por los otros dirigentes: “Yo sólo respondo por Cristina, no por los demás”. En esa línea, el jefe de gabinete Jorge Capitanich, directamente, ofreció un argumento con tinte cómico: “No es casualidad que se quiera imponer una agenda cuando hay un boom de turismo”. 

Al día siguiente, 24 horas después de conocida la denuncia, llegó la primera reacción oficial. El canciller Timerman se limitó a leer un comunicado en el que, en lugar de defenderse, atacó: “Ahora resulta que en ves de investigar a los sospechosos, se dedicó a investigar clandestinamente a la Presidenta”. El ministro de relaciones Exteriores tildó de “mentiroso” al denunciante y afirmó que no responderá preguntas de los medios porque “la Cancillería no se va a prestar al show mediático del Fiscal Alberto Nisman”.

Larroque esquivaba los micrófonos. Sus voceros estaban herméticos, sin pasarle llamados. D’Elía mantenía un misterioso silencio. Timerman, en la única aparición pública, ni siquiera atinó a defenderse: sólo se ocupó de atacar a Nisman. Sí lo hizo, en cambio, el día viernes, a 48 horas de radicado el pedido de indagatoria.

El canciller quiso contar que recibió un correo electrónico de un exsecretario de la Interpol donde ratifica que las circulares rojas, el pedido de captura de los sospechosos que según la denuncia fue negociado, seguía –acorde a su conocimiento– vigente. “¿Por qué sigue mintiendo Nisman? Usted debe contestar si responde a Horacio Stiuso”, dijo Timerman, en lo que fue la última interpelación directa que le hizo en vida.

Perfil.com logró comunicarse telefónicamente ese mismo día con Luis D’Elía, que mantenía su tercer día de silencio, algo insólito para la cuenta de Twitter del dirigente piquetero. “No sin comentarios”, respondió, antes de cortar la comunicación, ante las repreguntas de este portal. La estrategia del oficialismo se volcaba a dejarlo sólo. Y él parecía no tener un camino pensado para sortear la denuncia.

El cuerpo del fiscal Nisman apareció sin vida, con un tiro en la sien, el domingo por la noche. Y le sirvió a los acusados para cambiar el eje de la conversación. Por los menos así lo hizo Andrés Larroque el lunes en el Congreso, cuando los periodistas le preguntaron por la acusación. “No es momento para hablar de esto, ahora hay que saber por qué (Nisman) tomó esta decisión”, dijo. Nada dijo sobre la denuncia, ni siquiera atinó a desmentirla.

El hermetismo se terminó cuando el juez Ariel Lijo dio a conocer la denuncia completa, ayer por la tarde. Desde la cuenta oficial de Casa Rosada comenzó a verse la estrategia oficial: citar distintas partes de la denuncia donde se hace referencia a dichos de la Presidenta en Twitter, o a menciones en medios del Grupo Clarín para adjudicarle, directamente, toda la demanda a los “medios opositores”.

También se valieron del testimonio del exjuez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni que manifestó no haber encontrado “delito alguno” en las casi 300 páginas que presentó Nisman. Además, replicaron que los dos agentes mencionados por el fiscal “no pertenecen al personal de la SI”, tal como dijo el titular del organismo Oscar Parrilli.

¿Del silencio al ventilador? El líder de Quebracho, Fernando Esteche, desde el primer día se despachó contra Nisman en su cuenta de Twitter. Pero recién se decidió el miércoles a hablar con los medios y responder preguntas. El expiquetero ratificó sus vínculos con Jorge Yussuf Khalildirigente, mencionado como dirigente pro iraní que negoció la impunidad de los sospechosos de ese país. “Tengo relación con Khalil, es un amigo mío. Compañero. Es un dirigente de la comunidad islámica argentina”, explicó.

Luego de desmentir que se haya pactado la impunidad, dijo que si alguno de los otros denunciados lo hizo “son unos hijos de puta”. A su vez, lanzó: “Yo no entiendo por qué no hablan, se quedan callados, como si tuvieran algo qué contar, la denuncia es disparatada, de una fantasía grande”.