Entre paddle, fútbol y golf, el Presidente estuvo atento al tema sindical
El prolongado descanso del presidente, quien regresará a Buenos Aires mañana, no lo alejó completamente de su rol.
RELAX. Una postal de sus vacaciones, con Antonia y Juliana. |
Instagram.
Los vecinos de las 50 cabañas del country Cumelén, en Villa La Angostura, tuvieron dificultades para ir a jugar al paddle en las últimas semanas. Es que la cancha se mantuvo reservada, gran parte de los últimos días de diciembre y en enero entre las 11 y las 13. Los nombres en la pizarra blanca, donde los propietarios se anotan y allí decía: Nicolás Caputo y Mauricio Macri.
El prolongado descanso del presidente, quien regresará a Buenos Aires mañana, no lo alejó de su rol: estuvo en contacto, vía Whatsapp, con gran parte de su gabinete y recibió gobernadores, diputados y hasta a Horacio Rodríguez Larreta (el jueves), y ayer a María Eugenia Vidal.
La influencia de Caputo se hizo notar en los chats con funcionarios y asesores: volvió a revalorizar al “ala política” del macrismo, por caso a Emilio Monzó, el titular de la Cámara de Diputados, con quien había almorzado a solas en su quinta de Los Abrojos tras un año y medio de tironeos.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Monzó es uno de los amigos de Caputo. También se mostró agradecido con Rogelio Frigerio, el ministro del Interior (de los pocos que esta semana deambulaban por una Casa Rosada semi vacía), a quien agradeció la aprobación de la reforma previsional. Macri no suele regalar elogios fácilmente a sus funcionarios. Otro de los que mantuvo el chat abierto fue Jorge Triaca, el ministro de Trabajo, a quien indagó por las últimas detenciones de sindicalistas y por el vínculo con Hugo Moyano. El ministro de la cartera laboral no solo acordó con el Presidente su presencia en la apertura del sanatorio de Camioneros sino que quiso saber los alcances de la prisión de Marcelo Balcedo. El sindicalista ya alertó que tiene fotos junto a su padre, Franco y Mauricio Macri. En el Gobierno lo tomaron como una amenaza tonta.
De todos modos, los días de descanso del jefe de Estado se cubrieron de deporte. Además del paddle y del golf (el complejo cuenta con una cancha de 18 hoyos), el fútbol volvió a ocupar parte de su “agenda de verano”. Con su rodilla aún en recuperación con dos kinesiólogos, el presidente jugó varios “picaditos” en la cancha de 11 que tiene Cumelén. El organizador de esos partidos: su hijo Francisco, “Caico”, quien jugó a diario con sus amigos. Cuidadoso de no volver a lesionarse, el presidente hizo rodar el balón como mediocampista.
“Juego parado como Riquelme”, bromeaba. De los pocos funcionarios con los que se rodeó estaban el titular del Anses, Emilio “Chapa” Basavilbaso, cuya familia tiene casa en Cumelén hace largos años, y Eugenio “el chipi” Breard, titular de Parques Nacionales y quien mantiene un vínculo con Caputo.
Otra actividad deportiva que lo ocupó: las caminatas aérobicas junto a su mujer, Juliana Awada. Hubo tiempo para romanticisimo: un día tomaron una lancha hacia Bahía Lynch, en la península de Quetrihue.
