Carlos Alberto García, uno de los sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), afirmó esta mañana que " el 'Gordo Daniel' -tal como se conocía el ex prefecto Héctor Febrés- se ponía 're-loco' cuando torturaba tratando de sacar información".
Al declarar como testigo en el primer juicio oral por los delitos de "lesa humanidad" cometidos en la ESMA, García detalló con voz pausada y entrecortada los padecimientos que sufrió en ese centro clandestino de detención durante la dictadura militar.
Allí dijo haber visto "a una monja" en referencia a las religiosas francesas Leonnie Duquet y Alice Domon que pasaron por ese campo, una de las cuales "estaba preocupada por el chico rubio" en alusión el destituido capitán Alfredo Astiz que participó del secuestro de ambas.
García recordó que fue secuestrado el 21 de octubre de 1977, en inmediaciones de la casa de sus padres, en Carapachay, introducido en un Ford Falcon, golpeado, encapuchado y con un efectivo que "me puso una pata en la cabeza"; y trasladado a la ESMA.
El proceso de despersonalización de los represores no tardó mucho en llegar ya que a poco de su ingreso en "capucha" uno sus captores le aseguró que "acá te llamás 028. No tenés nombre".
En ese centro aseguró haber visto, también " a un chiquito de 16 años que lo mataron", a prisioneras "violadas", a "un cura que le daba la bendición a los oficiales", junto a parturientas y haber presenciado el nacimiento de Juan Cabandié.
Relato del infierno. Con voz entrecortada, su testimonio debió interrumpirse con un cuarto intermedio de 20 minutos, el testigo dijo varias veces que el cautiverio era "un infierno" en el que los prisioneros permanecían encapuchados, esposados y con grilletes en sus pies.
García también recordó que las guardias se integraban con "estudiantes de la escuela, muchachos de 18 o 20 años" a los que calificó como "muy malos" ya que "golpeaban por cualquier cosa".
La víctima refirió luego cuando, junto a otros prisioneros, fueron obligados a trabajar "como mano de obra esclava" y, en su caso por ser un trabajador gráfico, se lo obligaba a haber falsificaciones de "todo tipos de documentos".
Por su oficio, también era retirado diariamente y trasladado a un taller gráfico del barrio porteño de Constitución donde se editaba el periódico Convicción que apuntalaba el proyecto político del ex dictador Emilio Eduardo Massera.
En la jornada de hoy también está previsto que declaren testimonialmente Alfredo Julio Margari, Josefa Arminda Prada de Olivieri y Carlos Gregorio Lordkipanidse, quienes al igual que García son ex prisioneros del centro clandestino de detención que funcionaba en la ESMA.
Tras la audiencia de hoy, el TOF5 volverá a reunirse el jueves ocasión en la que está previsto escuchar el testimonio de V íctor Basterra, Adriana Marcus, Graciela Daleo y la periodista Miriam Lewyn, también ex detenidos luego liberados.
Fuente: Télam