Desde que Mauricio Macri asumió como Presidente, su seguridad y la de su entorno se han visto vulneradas en reiteradas ocasiones. Desde piedrazos y escraches, hasta situaciones de mayor gravedad como las que se conocieron esta semana, la familia presidencial se vio expuesta a diversas situaciones de peligro.
Al auto que embistió contra el portón de la Casa Rosada el pasado 21 de junio, se le sumó este jueves la amenaza de bomba al colegio de Antonia que tuvo que ser evacuado en horas de la tarde.
Sin embargo, la lista es larga. En una visita a Villa Traful en diciembre del año pasado, el auto de Macri fue apedreado por un grupo de diez personas Lo mismo sucedió en Mar del Plata, cuando en medio de protestas lanzaron piedras al vehículo en el que se trasladaba el mandatario junto a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Asimismo en abril de este año en Tandil, si bien no llegaron a arrojarle piedras, vecinos opositores se acercaron al auto del presidente con total facilidad. Sin contar la amenaza de bomba a la Casa Rosada de octubre del año pasado, a la que hay que sumarle las amenazas por redes sociales y los cyberataques. Lo cierto es que acercarse al Presidente no parece una tarea difícil.
Con respecto a la embestida del auto en Casa de Gobierno el oficialismo hizo una fuerte autocrítica. "No debería haber pasado y por eso removieron a dos oficiales a cargo. Además se va a reforzar la seguridad", aseguraron fuentes de la Secretaría del Presidente a Perfil.
"La seguridad de Macri y su familia no va a cambiar. Es cierto que hay cierta exposición, como cuando hacen los timbreos. Y esa es la forma en la que se decide trabajar. Es una decisión de Macri y De Andreis. Quizá en Casa Militar (quienes están a cargo de la custodia) tampoco quieran eso, pero lo cierto es que la custodia funciona bien. No le cayó nunca nada y siempre se actuó bien cuando hubo que hacerlo", precisaron.
Al ser consultados sobre las diferencias en la seguridad de Macri y la expresidenta Cristina Kirchner, desde el oficialismo sostienen que el presidente se expone a estas situaciones porque "no quiere perder la posibilidad de tener contacto con los ciudadanos". "Ellos tenían un sistema de seguridad mucho más cerrado y protegido. Macri no quiere perder la posibilidad de tener contacto con los ciudadanos y por eso decide tomar los riesgos. Lo mismo pasa con el Papa Francisco, que no viaja en el famoso papamóvil", argumentó el Secretario de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Gerardo Milman, en diálogo telefónico con este sitio.
Además, Milman consideró que "quienes fuimos opositores durante el gobierno de Cristina teníamos una conducta distinta", y lo comparó con la actual oposición al afirmar que "algunos sectores de la oposición actual no aceptan al gobierno de turno y hacen política mediante la violencia".
Por su parte, el ex Secretario de Seguridad en épocas del kirchnerismo, Sergio Berni, aporta otra visión. Si bien afirma que "el sistema de seguridad de la familia Macri es muy vulnerable", pone en duda la veracidad de la cercanía del presidente con los ciudadanos. "Aunque se muestren caminando por la calle con los timbreos, es todo un escenario planeado. La gente que visitan es estudiada por Facebook previamente", aseveró en diálogo con este medio.
Para Berni, "los escraches que se ven ahora son producto de un gobierno que genera exclusión. La exclusión está directamente relacionada con el delito".
"El Presidente no puede ir a la calle porque a todos lados donde va recibe críticas, hasta en las fábricas. Y no tiene nada que ver con los métodos de cada oposición. Es evidente que en materia de Seguridad en este gobierno no hay una conducción, piensan que poniendo más policías va a mejorar", disparó el ex Secretario kirchnerista.