Luego de sufrir una golpiza por parte de colectiveros el último 3 de abril, Sergio Berni decidió no continuar con las acusaciones que había radicado en una denuncia y alegó que el tema está cerrado.
El Ministro de Seguridad bonaerense le acercó un escrito al fiscal en lo penal y contravencional porteño, Carlos Fel Rolero, para explicarle que ya no tenía interés en que la “acusación prosiga” contra sus agresores.
Entre sus argumentos, manifestó que ya había recibido disculpas personales por parte de los choferes y que por ese motivo renuncia “a la posibilidad de efectuar cualquier reclamo con relación a estos sucesos”.
La mediación entre las partes estaba pactada para este viernes y allí iba a tener lugar el encuentro del funcionario con los seis acusados, según informó Noticias Argentinas.
Los hechos
En la madrugada del 3 de abril el chofer Daniel Barrientos de la línea 620 sufrió un violento robo en La Matanza que terminó con su vida a raíz de un disparo de arma de fuego en el pecho. Tenía 65 años y estaba pronto a jubilarse.
El hecho terminó detonando en una protesta de sus compañeros de trabajo en reclamo de mayor seguridad ante los hechos delictivos y derivó en una manifestación en Avenida General Paz y la Ruta 3.
En horas de la mañana, Berni arribó para tratar de calmar los ánimos, pero la situación se desmadró a tal punto que quedó rodeado por los manifestantes y fue agredido de forma salvaje. Finalmente fue escoltado por personal de la Policía de la Ciudad que lo terminó rescatando.
"Tengo fractura de cráneo, hundimiento de la órbita. Son lesiones, cortes, piedrazos en la cabeza. Tengo una tabla externa y fracturado el malar", dijo el titular de la cartera de Seguridad sobre su estado de salud luego del hecho. Posteriormente, decidió tomarse licencia.
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