Los fiscales que convocaron a la marcha por la muerte de su colega Alberto Nisman el 18 de febrero coincidieron en que no necesitan permiso de la Procuración General de la Nación para la movilización.
Los funcionarios judiciales fueron cuestionados por el oficialismo durante toda la semana a raíz de la movilización. Incluso la presidenta Cristina Fernández de Kirchner declaró que convocan a participar en silencio porque "no tienen nada que decir o no pueden decir lo que piensan".
"Los fiscales no necesitamos que estas demostraciones tengan que ser avaladas desde la Procuración General de la Nación”, sostuvo Carlos Donoso Castex, presidente de la Asociación de Fiscales. Aclaró, sin embargo, que le hubiera gustado “un pronunciamiento de apoyo” de parte del organismo que conduce Alejandra Gils Carbó.
En declaraciones a Radio Mitre, Donoso Castex rechazó "el análisis simplista" que hacen quienes dicen que es una convocatoria contra el Gobierno y reiteró que será una "forma pacífica y silenciosa" de homenajear a Nisman.
El fiscal general ante la Cámara de Apelaciones en lo Criminal, Ricardo Sáenz, sostuvo que "las adhesiones que nos llegan son muchísimas" y reiteró que esa manifestación es "un homenaje a Nisman, para compensar el homenaje que el Estado no le rindió". "No vimos ninguno de los simbolismos que los gobiernos le asignan a una muerte que tomó estado público. No hubo banderas a media asta", agregó.
En tanto, el fiscal federal Guillermo Marijuan declaró que marchar en silencio es la manera de expresar respeto, recordación, consternación y afecto hacia su familia", y reiteró que el único sentido que tiene la movilización es homenajear a su colega que deunció a la Presidenta.
Hoy el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, declaró que “se nota” que el fiscal que imputó a Cristina ayer, Gerardo Pollicita, "está organizando una marcha".
Por otra parte, el gobernador de la provincia de Santa Fe, Antonio Bonfatti, declaró hoy: "En un país normal yo iría a la marcha, pero en este país están todos los juegos de intereses alrededor de la forma de construir política donde terminamos todos embarrados. Y yo no voy a terminar embarrado"
