Desde la muerte de su padre, Florencia Kirchner se muestra más comprometida con la actividad política. Por algo, la prensa francesa la ve como una "aprendiz de primera dama",
Giras presidenciales, actos partidarios y acompañamiento a la Presidenta en actividades protocolares forman parte de los inesperados roles de la hija presidencial, que durante los primeros años del kirchnerismo aparecía en los medios más por sus publicaciones en internet y sus notas en el colegio, que por su participación en la política.
Pero ayer volvió a sorprender cuando su presencia irrumpió en la movilización para recordar los 35 años del último golpe de Estado. La hija de Néstor y Cristina participó de la columna de La Cámpora, la agrupación que tiene como principal regente a su hermano Máximo, en la marcha hacia Plaza de Mayo que reunió a las Madres Línea Fundadora y otras organizaciones sociales.
Florencia se mezcló entre los militantes de la agrupación K, con rigurosos lentes negros, mientras “saltaba y cantaba entre los primeros de la fila” según publicaron los diarios Tiempo Argentino y La Nación.
En el mismo grupo estaba el legislador porteño Juan Cabandié que pidió “a la justicia celeridad en los juicios. Hoy hay más conciencia política, más participación de los jóvenes, lo que hace que el camino emprendido sea irreversible gracias a Néstor”.
Florencia Kirchner acompañó el acto en la Plaza pero no es la primera vez que encabeza una marcha de La Cámpora. El 11 de marzo, junto a su hermano, fueron al acto homenaje a Héctor Cámpora. Allí se movilizaron rodeados de la plana mayor de la agrupación ultra K. También lucio anteojos negros y luego acompañó a la Presidenta, a quien últimamente no deja a sol ni a sombra: participó activamente de la última gira presidencial por Medio Oriente y estuvo en primera fila en el discurso inaugural del Congreso, donde mostró un cambio de look, acorde a la ceremonia.
Día de la Memoria. En total, tres marchas fueron convocadas en Buenos Aires: el primer grupo, nucleado en Memoria, Verdad y Justicia, depositó sus críticas en la “criminalización de la protesta social” y el “crecimiento violento” de la desocupación.
Un segundo grupo, alineado al Gobierno nacional, fue el de Madres de Plaza de Mayo, con su titular Hebe de Bonafini a la cabeza en un acto en el Mercado Central. Junto a los ministros de Economía y Producción, Amado Boudou y Débora Giorgi, y el secretario de Comercio Interior. Durante el acto se escucharon duras críticas contra la prensa "cómplice" de la dictadura y hubo pedidos para la reelección de Cristina.
