Francia tienta con más megaobras a De Vido y Jaime

Luego que el consorcio galo Veloxia se quedara con la construcción del "tren bala", un negocio de más de 1300 millones de dólares, el gobierno de Francia ratificó ayer el interés por "incrementar las relaciones bilaterales en el sector transporte, mucho más allá del tema ferroviario".  Así lo planteó el secretario de Transporte francés, Dominique Bussereau, durante una reunión que mantuvo con el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, en la sede de la cartera ministerial, a quién le dijo que quieren incursionar en los rubros aéreos y fluviales.

Del encuentro, que se extendió por casi una hora, también participaron el secretario de Transporte de Argentina, Ricardo Jaime, y el embajador de Francia en Buenos Aires, Frederic Baleine du Laurens. En la reunión, indicaron voceros de Planificación, también se habló sobre la tarea que las partes deberán darse durante los próximos sesenta días para ajustar todos los aspectos técnicos y financieros del contrato que permitirá activar la construcción del tren de alta velocidad que unirá Buenos Aires, Rosario y Córdoba por parte de un consorcio franco-argentino.

Poco antes de la reunión con De Vido y Jaime, los funcionarios franceses dieron una conferencia de prensa en la embajada para destacar la importancia del decreto firmado en la víspera por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, referido a la adjudicación de las obras de construcción y provisión de material rodante correspondiente al proyecto.

El consorcio adjudicatario es el Veloxia, integrado por las empresas francesas Alstom y SNCF (estatal), el grupo español Isolux Corsan, y las argentinas IECSA (del Grupo Calcaterra) y EMEPA.
Bruno Cotté (Alstom International) y Jean Pierre Loubinoux (SNCF), también participaron de la conferencia y destacaron que "la línea de alta velocidad viene a complementar al transporte por avión y terrestre entre estas tres importantes ciudades industriales del país, con las ventajas que esta tecnología presenta en materia de preservación del medio ambiente".

"Ahora se debe encarar la definición de los detalles del contrato final, lo que incluirá el esquema del financiamiento, y ello permitirá encarar las obras", se explicó. Los directivos franceses optaron por no dar detalles acerca del esquema financiero necesario para realizar la obra, y tampoco precisaron si será condición indispensable que el gobierno argentino llegue a un acuerdo con el Club de Paris.

El costo de la obra es de 1.350 millones de dólares, y se trabaja para conseguir su financiamiento en un 90 por ciento mediante un crédito de un grupo de bancos encabezados por el Banco Societé Genérale, el 10 por ciento restante sería un aporte directo del Estado argentino.

Fuentes gubernamentales indicaron que se obtendría un crédito de tales bancos, con respaldo en un bono estatal (o sea garantía del Estado Argentino) con un plazo de pago no menor a 15 años.  Si se considera el costo adicional por financiamiento y otros de ejecución, el precio final de la obra podría rondar los 3.500 millones de dólares.


Asimismo, se indicó que en la reunión de ayer se acordó que el gobierno francés enviará a Buenos Aires a un grupo de técnicos para considerar proyectos en materia de aviación civil, un sector que en la Argentina esta en proceso de revisión operativa a partir de la reciente creación de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC). Se trata de un organismo descentralizado que regulará la aeronáutica civil en la Argentina, ejerciendo las funciones y competencias establecidas en el Código Aeronáutico (Ley 17.285), en la Ley de Política Aérea (19.030), y en los tratados y acuerdos internacionales del sector.