La improvisación y la falta de conocimientos sobre el mercado publicitario están haciendo que el Estado se haya perdido de facturar unos $ 6 millones en concepto de avisos para las transmisiones televisivas del fútbol de Primera al no vender espacios a las empresas privadas, luego de que el Gobierno sacara al departamento comercial de Canal 7 su potestad sobre el tema y se lo entregara al interventor del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), Gabriel Mariotto, que no cuenta con personal ni experiencia en la comercialización de pautas.
Canal 7 estuvo a cargo de la venta de espacios de la primera fecha, cuando recaudó casi $ 1,9 millón, de marcas y empresas privadas. “Luego vino la orden de que el 7 no vendía más y que sólo habría espacio de publicidad para el Estado hasta que se organicen las cosas”, explicó el gerente de marketing de una importante empresa. Lo mismo confirmaron fuentes del sector publicitario. Los anunciantes no tienen noticias de cuándo podrán volver a pautar en los partidos y esperan que se haga “a lo sumo en una o dos fechas más”.
El apuro se debe a que no pocas marcas planificaron sus estrategias de marketing centradas en el fútbol, y en los partidos sólo puede verse la publicidad privada estática de los estadios, que quedó en manos de los clubes.
Tomando la recaudación privada de la primera fecha como parámetro, para que sólo la publicidad pague los $ 600 millones del contrato, cada año deberían jugarse 316 fechas y no las 38 programadas.
Lea la nota completa en la edición de hoy del Diario Perfil.