En otro momento, el peronismo hubiese saltado de las bancas para cantar la marcha y celebrar la victoria política, pero esta vez se fueron callados y buscando pasar desapercibidos. Sucede que solos no pueden y el objetivo está puesto en seguir construyendo mayorías que les permitan avanzar contra las propuestas que el Ejecutivo envía y que desde Unión por la Patria consideran nocivas para la sociedad.
Aún no está nada dicho y Unión por la Patria lo sabe. Por eso, aunque el rechazo en el Senado se trató de un triunfo de la oposición, el bloque decidió hacer silencio. Aún queda mucho y en estos meses quedó demostrado que las mayorías son fluctuantes. Es voto a voto y lo último que necesitan es espantar a esos posibles aliados que en la Casa Rosada señalan por jugar con el kirchnerismo.
No es casual que el oficialismo lance esta estrategia ya que muchos radicales reconocen en los pasillos del Congreso que no quieren quedar “pegados” con el sector que responde a la exvicepresidenta Cristina Kirchner.
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Quizás allí está la razón por la que muchos radicales prefirieron votar a favor del texto enviado por el Ejecutivo. “Puertas adentro casi todos los radicales dicen que el DNU es inconstitucional”, dijo Martín Lousteau, atacado desde las redes sociales que replica Javier Milei por votar en contra y justamente, ser “cómplice” del kirchnerismo.
Cuando la pizarra de la Cámara de Senadores mostró que el DNU era rechazado por 42 votos contra 25 y 4 abstenciones apenas se notaron algunos gestos de victoria por las negociaciones que llevaron semanas enteras para llegar a ese resultado. José Mayans, Juliana Di Tullio, Eduardo “Wado” De Pedro y hasta dirigentes ajenos a la Cámara de Senadores, como Sergio Massa, se ocuparon de aproximar posiciones con otras fuerzas de la oposición.
Pero, más que nunca, desde el peronismo piden prudencia. Tanta que en las horas previas a la votación evitaron hacer pronósticos y en las horas posteriores no solo los senadores cerraron el teléfono, sino también los diputados que ahora saldrán a la caza de votos.
Los 99 legisladores que quedaron en el bloque de Unión por la Patria prometen funcionar abroquelados al igual que lograron mostrarse los 33 senadores. Después de la fuga de tres diputados tucumanos, el peronismo se mantiene unido y sin fisuras, por lo que ya está en busca de acuerdos con otros espacios. Hablan con todos: gobernadores, legisladores y referentes provinciales. Las abstenciones también cuentan a favor cuando se trata de quitarle un voto de rechazo por lo que también entran en la cuenta.
Al igual que en la Casa Rosada, saben que los números finales dependerán de los jefes provinciales: si aparece la plata, jugarán con La Libertad Avanza.
