Después de dos años sin veranear en Pinamar, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, llegó el miércoles al balneario, en el que compró un nuevo departamento. Lejos de los últimos días del año 2012 en los que los saqueos la mantuvieron alerta, en su primer día de descanso, la funcionaria durmió hasta las 12 del mediodía sin que le sonara el teléfono, y minutos después bajó a la playa.
"Evidentemente, hay un nivel de organización que estamos tratando de desentrañar, hay una base de gente que se suma a estas cosas y hubo niveles de organización. No es la primera vez que pasa en la Argentina, y la verdad es que preocupan estos métodos, porque la violencia puede terminar generando situaciones difíciles para la sociedad", dijo Garré a PERFIL sobre los saqueos del 20 y 21 de diciembre del año pasado. E insistió: "No se puede recurrir a la violencia por un reclamo. Esos brotes son muy negativos y nefastos, y hay que tratar de desentrañarlos".
Sin embargo, la ministra prefirió no acusar al líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, ni al titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, ambos señalados en un primer momento por el kirchnerismo. "Yo no voy a dar nombres. Pero evidentemente ha habido nivel de organización", sostuvo.
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